La Misa de este viernes 10 de julio fue oficiada por el padre Carlo Magno Núñez rector de la Basílica en la homilía se refirió a la lectura de hoy tomada del profeta Oseas dice que no se puede confiar demasiado en nuestras fuerzas y en los recursos que solemos tener a mano, como son muchas veces nuestras amistades nuestras riquezas o negocios.

El padre Magno dijo que pequeño resultaba a Israel en comparación con la potencia económica y militares que lo rodearon siempre, Egipto por la Izquierda, Asiria y Babilonia por la derecha. “Estos grandes reinos estaban siempre al asecho, porque querían tomar posesión de Israel , aunque era un pueblo pequeño, es territorio pequeño, resultaba ser un corredor estratégico un lugar para dominar los demás pueblos”.

Los hechos sin embargo, demuestran sostuvo que las alianzas en primer lugar no resultaban gratuitas y en segundo lugar terminaban deteriorando gravemente la fe del pueblo elegido, el pueblo de Dios, “así entendemos pues como el profeso de la fe de Israel que llegó a expresiones de que hoy oímos, ya no nos salvara Asiria ya no confiaremos en nuestro ejército y volveremos a llamar “dios nuestro” a las obras de nuestra manos, la respuesta del Señor no se hace espera”.

En el evangelio encontramos a la serpiente y la paloma, dijo, “la advertencia de Jesús a sus discípulos en el evangelio, conserva hoy toda actualidad para nosotros, astutos como serpientes, sencillos como paloma, varias cosas podemos aprender de este consejo del Señor Jesús”.

Aprendemos manifestó el sacerdote a que “si hay una buena astucia que consiste en estar despiertos sin las sinuosidades de la vida y de las trampas del mal, pero esta astucia no tiene que dañar nuestra vida y nuestro corazón y hacernos tramposos e insidiosos para los demás que si aprendemos que si hay una buena simplicidad que consiste en afianzar nuestras intenciones en los bienes verdaderos y amarlos con sencillez y corazón indiviso, pero esta simplicidad no debe llevarnos a imaginar que todo el mundo estará u obrará como nosotros”.

Por otro lado recalcó que la gente está destinada a hacer el bien, “aprendemos también que la gente es destinataria del evangelio que en este mismo sentido es un error presumir que obrará, algunas veces con justicia y sinceridad, gratuidad o amor porque el mal existe, y el mal tuerce la voluntad de todo hombre y de toda mujer, cuando lo deja actuar, es entonces donde viene la evangelización y donde el Señor Jesús envía a sus discípulos, para que si bien es cierto tenemos que estar con los ojos puestos en el cielo pero con los pies bien puestos en la tierra para no ser engañados con los falsos profetas, por los falsos pastores”.

El presbítero explicó “es aquí donde viene la inteligencia y la voluntad del hombre que debe manifestarse astuto pero también la mansedumbre nos va a dejar actuar a Dios en nuestras vidas, el Señor nos invita a valorar todo aquello que es bueno porque el Señor nos ha hecho buenos por naturaleza, el mal es un entrometido en nuestra vida que solo viene a destruir lo bueno que Dios ha hecho en eso consiste la astucia”.

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