Llegamos al penúltimo domingo de octubre, día en que se conmemora la Jornada Mundial de las Misiones, también se conoce como el Domund, porque justamente de una manera muy especial la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones.
Muchos se preguntarán porque dedicar es domingo a las misiones, la respuesta es muy sencilla y es que todas las personas necesitamos de Dios para poder llegar al cielo. Y quienes se dedican a la misión tienen como tarea predicar el Evangelio para poder alcanzar la vida eterna. Por esta razón su labor es de vital importancia.
Ser misionero no es nada fácil, pues requiere de mucho sacrificio y entrega, en ocasiones hay que olvidarse de uno mismo para entregarnos a las necesidades de los demás y eso solo se logra por amor a Cristo y con la ayuda que viene de Dios y la fuerza del Espíritu Santo.
Al dejar todo en su tierra natal para ir a los lugares más lejanos y a donde hay sed de Dios, los misioneros dejan todo (familia, amigos, pertenencias) es por eso que debemos apoyarlos, ellos necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.
Pero la labor de los misioneros no se queda solo en la evangelización, ellos atienden leprosarios, hospitales, hogares para huérfanos y ancianos, dispensarios, colegios, universidades.
Su labor no es tan sencilla, se les presentan muchas dificultades que tienen que vencer para lograr transmitir la Palabra de Dios a tiempo y destiempo. Oremos por todos ellos y pidamos que nuestra madre María sea su consuelo y fortaleza.
