El papa Francisco dedicó sus intenciones del último mes del año a proponer una vida de oración para alimentar la relación con Jesucristo.
A través de la Red Mundial de Oración del Papa, el Santo Padre compartió el secreto de la vida de Jesús, “la llave para que podamos entrar en un diálogo personal con el Padre”: la oración. A través de una vida de oración es posible vivir una relación personal y profunda con Jesucristo y cambiar nuestros corazones. La oración, escuchando a Jesús, contemplando a Jesús, hablando con él como a un amigo, transforma nuestras vidas. Es el camino para acercarnos al Padre.
La oración del Papa durante la pandemia
El Papa mismo es un hombre de oración, y El Video del Papa da testimonio de ello con imágenes tomadas de los momentos más conmovedores del 2020: la oración por la pandemia en una plaza San Pedro vacía; su peregrinación al crucifijo de San Marcelo en la Vía del Corso, en el centro de Roma; los momentos de recogimiento ante el icono bizantino de la Salus Populi Romani en la Basílica romana de Santa María la Mayor.
Jesucristo: una vida marcada por la oración
Para el papa Francisco, la oración no se reduce únicamente a un espacio o momento de contemplación interior. “Orando cambiamos la realidad. Y cambiamos nuestros corazones”, dice en El Video del Papa. La oración siempre produce un cambio. “Podemos hacer muchas cosas, pero sin oración no funciona”, dice también.
En la audiencia general del 4 de noviembre, aprovechó además para explicar la vida de oración que siempre tuvo Jesús: “Durante su vida pública, Jesús recurre constantemente a la fuerza de la oración. Los Evangelios nos muestran esto cuando se retira a lugares apartados para orar. Son observaciones sobrias y discretas, que solo nos permiten imaginar esos diálogos orantes.
Sin embargo, testifican claramente que, incluso en los momentos de mayor dedicación a los pobres y enfermos, Jesús nunca descuidó su diálogo íntimo con el Padre”.