Desde el Vaticano se ha celebrado la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, dos hombres que entregaron su vida al compromiso directo con el Señor, por ende Su Santidad Francisco ha celebrado su memoria para que sigamos la obediencia de los apóstoles.
En la homilía del Papa, se refirió que San Pedro evoca a resurgir, salir a la luz y dejarse conducir por el Señor, tal como lo hizo luego de haberlo negado el día de su pasión y muerte, por ende, Cristo, permite que evitemos estas asustados y atados a las cadenas de nuestras tradiciones, por lo que se debe cambiar por vitalidad y creatividad
Asimismo, el apóstol San Pablo, trata que su vida fue descrita como un “buen combate” debido a la innumerables situaciones que aveces se han marcado por la persecución y sufrimiento, pero el originario de Tarso anima a todos a continuar con la labor de vigilancia, el anuncio y la enseñanza.
Se igual manera, Francisco, habló de la importancia de la sinodalidad, ya que nos llama a convertirnos en una Iglesia que se levanta y que no se encierra en si misma, sino que es capaz de mirar más allá. La participación de todos es importante para promover la cultura del cuidado en donde Su Santidad nos plantea ¿Qué podemos hacer juntos como Iglesia para que el mundo sea mas humano y solidario?
Hoy también se bendijeron los palios, que serán impuestos a 44 arzobispos metropolitanos que se han nombrado en el transcurso del año y que se encontraban presentes en la Basílica de San Pedro.