En el marco del III Domingo de Pascua, el Papa Francisco ha hecho un llamado a reflexionar sobre la importancia de compartir los encuentros con Jesús y los momentos significativos de nuestra vida de fe. Antes de rezar el Regina Caeli en la Ciudad del Vaticano, el Pontífice destacó la necesidad de no limitarse a compartir mensajes triviales, sino de compartir las experiencias profundas que han marcado nuestra relación con Cristo.
Ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa señaló la abundancia de mensajes superficiales e inútiles que recibimos a diario, contrastándolos con la importancia de compartir las realidades que han impactado positivamente nuestra vida, incluso en los momentos difíciles. En este contexto, resaltó la belleza de compartir el encuentro con Jesús, siguiendo el ejemplo de los discípulos que expresaron su alegría al volver al cenáculo después de encontrarse con el Señor resucitado.
El Papa enfatizó la importancia de compartir estas experiencias no solo en la familia y la comunidad, sino también con los amigos, destacando que hablar de los momentos de fe puede ser edificante tanto en los momentos de inspiración como en los de esfuerzo y arrepentimiento. Asimismo, subrayó que al hacerlo, Jesús puede sorprendernos, tal como sucedió con los discípulos en la noche de Pascua.
En un mundo inundado de ruido y distracciones, el llamado del Papa Francisco a compartir la fe y los encuentros con Jesús resuena como una invitación a cultivar la autenticidad y la profundidad en nuestras relaciones espirituales. En un gesto de humildad y esperanza, nos recuerda que en medio de las dificultades y las alegrías de la vida, el encuentro con Cristo puede transformar y enriquecer nuestras experiencias más profundas.