“El rostro de Dios es su misericordia” recuerda el Papa en el Ángelus

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El Papa Francisco en la fiesta del Bautismo del Señor, dirigió este día el tradicional Ángelus desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, como medida de precaución ante el aumento de casos de COVID 19.

En su mensaje destacó la importancia de vivir en familia, así como Jesús vivió 30 años con su familia teniendo una “vida escondida”, algunos años primero en Egipto y luego en Nazaret, aprendiendo la profesión de José, obedeciendo, estudiando y trabajando.

“Impresiona que el Señor haya pasado así la mayor parte del tiempo en la Tierra, viviendo la vida de todos los días, sin aparecer. Pensemos que, según los Evangelios, fueron tres años de predicaciones, de milagros y tantas cosas. Tres. Y los otros, todos los otros, de vida escondida en familia.

Es un bonito mensaje para nosotros: nos revela la grandeza de lo cotidiano, la importancia a los ojos de Dios de cada gesto y momento de la vida, también el más sencillo, también el más escondido” dijo el Papa.

Vida pública

El Pontífice destacó que Jesús quiso iniciar su vida pública con el Bautismo de Juan, un rito penitencial, era signo de la voluntad de convertirse, de ser mejores, pidiendo perdón por los propios pecados. “Realmente Jesús no lo necesitaba” recuerda el Papa, y añade que lo hace porque “quiere estar con los pecadores: por eso se pone a la fila con ellos y cumple su mismo gesto.

Lo hace con la actitud del pueblo, con su actitud [de la gente] que, como dice un himno litúrgico, se acercaba “desnuda el alma y desnudos los pies”. El alma desnuda, es decir, sin cubrir nada, así, pecador. Este es el gesto que hace Jesús, y baja al río para sumergirse en nuestra misma condición”.

Francisco destacó que el manifiesto programático de Jesús, con el cual inicia su ministerio público, no es ofreciendo la salvación desde lo alto , con una decisión soberana o de fuerza, sino que “Él nos salva viniendo a nuestro encuentro y tomando consigo nuestros pecados.

Es así como Dios vence el mal del mundo: bajando, haciéndose cargo. Es también la forma en la que nosotros podemos levantar a los otros: no juzgando, no insinuando qué hacer, sino haciéndonos cercanos, compadeciendo, compartiendo el amor de Dios”.

Misericordia

Un gesto extraordinario que el Papa pidió recordar es la presencia de la Santísima Trinidad en este momento de la vida de Jesús. “Dios se manifiesta cuando aparece la misericordia, porque ese es su rostro. Jesús se hace siervo de los pecadores y es proclamado Hijo; baja sobre nosotros y el Espíritu desciende sobre Él.

Amor llama amor. Vale también para nosotros: en cada gesto de servicio, en cada obra de misericordia que realizamos Dios se manifiesta, Dios pone su mirada en el mundo. Esto vale para nosotros” dijo. El Papa recordó que “nuestra vida está marcada por la misericordia que se ha fijado sobre nosotros. Hemos sido salvados gratuitamente. La salvación es gratis.

Es el gesto gratuito de misericordia de Dios con nosotros. Sacramentalmente esto se hace el día de nuestro Bautismo; pero también aquellos que no están bautizados reciben la misericordia de Dios siempre, porque Dios está allí, espera, espera que se abran las puertas de los corazones. Se acerca, me permito decir, nos acaricia con su misericordia”.

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