La primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, ha comenzado. Este es un evento inédito que, según el Papa Francisco, “Busca la voluntad de Dios en clave sinodal” esto implica que no será solo una reunión de obispos, sino que tendrán protagonismo los laicos, en general, toda la Iglesia. Con esta experiencia se busca reavivarla de una nueva manera, con una propuesta reformadora y regeneradora, en donde se hará una relectura del documento de Aparecida, teniendo como contexto las realidades de los pueblos latinoamericanos y los desafíos actuales por la pandemia. En este evento se espera concretizar un plan sinodal que tendrá como base el proceso de escucha que se realiza actualmente.
Escucha
Uno de los primeros pasos en este camino a la asamblea, es el proceso de escucha, el que se realizará en perspectiva sinodal y será la base del discernimiento y la iluminación que orientará el futuro de la región. Propiamente inició en abril y se concluirá en julio. Existen diversos documentos en el sitio web de esta asamblea que son recursos valiosos para llevar a cabo el proceso.
En estos materiales, se conocerán los datos de todos aquellos que aporten su opinión, así como los temas prioritarios a nivel pastoral que cada persona, grupo o comunidad plantee. Esta escucha busca generar datos en torno a la formación en temas eclesiales, la actividad misionera, social, itinerarios de los discípulos misioneros, los diversos ministerios eclesiales, la pastoral litúrgica, las comunidades y pastorales especializadas, así como otras acciones diversas que puedan salir.
Para obtener estos datos, se combinará el uso de herramientas en Internet con algunos encuentros presenciales que la realidad sanitaria lo permita y con las debidas medidas de bioseguridad. Esta Asamblea quiere iluminar el camino al jubileo de 2031 y 2033, en donde se conmemorarán 500 años de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe y dos mil años de la redención por parte de Jesucristo.