Joseph Ratzinger, posteriormente Benedicto XVI se caracteriza por ser el profesor, el teólogo, el doctor de la Iglesia. Su búsqueda apasionada por la verdad, le llevan a profundizar en el diálogo entre fe y razón. Su legado serán sus escritos, un tesoro de fe y cultura, que buscan llevar a Dios a todos aquellos que lo profundizan.
Esto se ve reflejado en sus más de 100 libros y publicaciones. Entre los escritos antes de su elección como pontífice, destacan “Introducción al cristianismo” publicado en 1968, “Dogma y revelación” en 1973 entre otros.
Fue nombrado prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, por lo que su fama de ser el guardián de la ortodoxia católica era muy grande. Tras su elección como Papa, se pensaba que su primera encíclica trataría sobre un tema dogmático. El sorprendió a todo el mundo al hablar del amor en Deus Caritas Est. Siguió esta línea al hablar de la esperanza y la caridad, en las encíclicas que escribió.
Uno de los textos ricos en teología que sirve de estudios no solo para católicos, sino también para protestantes, es el libro Jesús de Nazaret, en donde el Papa emérito expresa su visión de Jesucristo, a partir de los evangelios y su encuentro personal.