El padre Juan Ángel López: 25 años fortalecidos en Dios para servir

Él es uno de los presbíteros que se ha reconocido por su celo espiritual y servicio pastoral

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Honduras cuenta con un tesoro espiritual en la figura del padre Juan Ángel López, quien, desde sus inicios vocacionales, demostró que sería un servidor fiel y prudente. El ministerio sacerdotal del portavoz de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), ha sido de mucha bendición para toda la Iglesia por sus aportes en el campo histórico, su celo por la excelencia en la liturgia y las diferentes acciones concretas para ayudar al prójimo. Este consagrado ha sabido llevar a la práctica lo que parte del rito de ordenación menciona: ‘’El Señor que inició en ti esta obra, Él mismo la lleve a término’’.

Ejemplo La misión sacerdotal del padre Juan Ángel es notada con los diversos servicios que ejerce, uno de ellos con sus hermanos sacerdotes. Los más jóvenes, le consideran un ejemplo vivo de celo apostólico, así lo comenta el padre Alberto Enamorado, párroco de la comunidad Divina Providencia, quien lo describe como “Un camino de santificación”. El también asesor de la Pastoral Juvenil, opina que “su vida ministerial, en medio de la formación en el semanario, la vida parroquial, familiar y otros escenarios en los que el padre se desarrolla, es muestra de la entrega y de su misma vocación, que es llamada a servir al prójimo. Y esta opción le ha llevado a entrar en camino de santificación”.

Por su parte, el padre Orvin Morales, vicario en la Catedral Metropolitana y cuya vocación fue impulsada por quien llega a sus bodas de plata, afirma que “De él aprendí el valor y respeto de la liturgia, sus enseñanzas académicas fortalecieron mi fe y aclararon muchas cosas”. Este joven presbítero, es del criterio que las lecciones de vida que el padre Juan Ángel le brindó, se mantienen vigentes. “Él sigue siendo un formador para nosotros sacerdotes de pocos años, gracias a sus diversas enseñanzas en la labor pastoral que desarrolla”.

Amigo

Otro de los adjetivos que ha prevalecido en la vida sacerdotal del párroco de la comunidad Sagrado Corazón de Jesús, es la de ser amigo, por lo que el padre Carlos Felipe Rodríguez, sacerdote de la diócesis de La Ceiba y quien desde más de 30 años conoce al padre Juan Ángel, muy emocionado dijo “He tomado ejemplo de su amor inmenso a la Madre de Dios la Virgen María quien siempre le acompaña”. La amistad que surgió por un retiro para aspirantes seminaristas, se mantiene y evoca estas palabras de un hermano. “Solo queda seguir elevando mi oración agradecida a Dios por contar en mi vida con mi hermano ‘Juancho’. Que Dios Padre Misericordioso le siga guiando y bendiciendo en toda su vida”, concluyó el presbítero.

Otro testimonio de amistad, es el de Ana María de Maradiaga, al decir que “El padre Juan Ángel ha sido un faro de luz fuerte y brillante que ha iluminado los momentos difíciles que hemos pasado como familia, pero mucho más aún, en los momentos felices y dichosos”. Son muchos los amigos que ha cosechado gracias a este ministerio tan bien llevado, lo que también ha nutrido ese don de servicio.

Padre

Para muchos jóvenes, las enseñanzas de este siervo de Dios han significado una señal de paternidad, así lo expresa Daniela Mejía, quien, desde su adolescencia hasta llegar a ser madre y esposa, ha compartido con el presbítero. Ella afirma que “Justo en el momento en que necesitaba una palabra de aliento en mi vida, conocí el mejor maestro, un amigo, un buen pastor, un excelente guía en la Fe”. Mejía, quien sirve activamente en la parroquia Santo Domingo Savio, identifica en la figura del padre Juan Ángel López, un antes y un después en su vida, exponiendo que “ha sido una bendición para mi familia y un apoyo incondicional en cada momento de alegría y tristeza”.

Por su parte, Gabriela Díaz de los coros de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, diserta que “Han sido 25 años bien servidos, en donde ha dado la milla extra pese a las limitaciones de este mundo”, refiriéndose a las bodas de plata sacerdotales. Para Díaz, “él tiene su misión clara y me siento feliz y bendecida de ser testigo de su vida y sobre todo compartir tantos momentos con él” Además del sacerdocio, estos dos jóvenes testimonios, ven en este sacerdote, una figura paternal con quien pueden contar. Su pasión por la historia, sus atinadas participaciones en los medios de comunicación, sus homilías profundas y actuales, su frontalidad para decir las cosas, la forma de amar en la fraternidad, han hecho que en 25 años se refuerce ese sí al Señor.

1 Carisma

Una de las grandes cualidades del padre Juan Ángel López, es su cercanía con la feligresía, siendo además de pastor, un amigo en los momentos claves de las familias. Esta compañía, le ha ayudado a que su ministerio tenga un carisma de acompañamiento.

2 Sabiduría

Además de ser una de las fuentes designadas de manera oficial en la Iglesia hondureña, es destacado por su gran elocuencia en diversos temas donde se necesitan palabras de esperanza o de calma, según el momento, a lo que él ha sabido responder.

3 Fidelidad

Su invitación de ordenación sacerdotal, se refería a la fortaleza para servir con fidelidad y esto se mantiene hasta la actualidad, demostrando en cada acción y palabra, lo que para él representa ser un ministro ordenado, una gracia santificante.

Vocación fructífera

Es la comunidad de la colonia El Hogar con el templo dedicado a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, la que ve nacer la vida espiritual del padre Juan Ángel López, en ella, desarrolló su deseo vocacional. Su ministerio en Honduras sigue dando muchos frutos, siendo en la actualidad párroco de la comunidad Sagrado Corazón de Jesús, su parroquia nativa, además, es portavoz de la Conferencia Episcopal de Honduras y de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, es vicario episcopal de Pastoral en Honduras y es el referente en historia de la Iglesia.

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