“El miedo nos impide vivir nuestros dones”

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La Eucaristía de este Trigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario fue oficiado por su eminencia Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga  Arzobispo de Tegucigalpa inicio su homilía con la felicitación de los 61 años de Radio Católica “La Voz de Suyapa”.

“Con mucha alegría celebramos hoy el sexagésimo primer aniversario de “La Voz de Suyapa” que ha sido esa luz esplendorosa que ha guiado y ha enriquecido la fe de tantas generaciones de hondureños”.

“Una iniciativa preciosa de Monseñor Evelio Domínguez, entonces Obispo Auxiliar de Tegucigalpa, sostenida contra viento y marea por Monseñor Héctor Enrique Santos. Me emocionaba esta mañana escuchando una de las últimas grabaciones que hizo “La Voz de Suyapa” de él que quiso tanto a la radio y que ahora es parte de Suyapa Medios”.

Su Eminencia pidió al Señor para que siga siempre aun con las dificultades, siga iluminando con la Santa Palabra a nuestra cultura para que no se pierda la fe, que no se pierda la esperanza y no se pierda el amor.

Recordó algunos de los colaboradores que ya gozan de la paz del Señor “un recuerdo especialísimo a todos aquellos que han colaborado con “La Voz de Suyapa” desde su fundación muchos de los cuales ya gozan de Dios en la vida eterna, especialmente al inolvidable Danilo Aceituno y a todos los que actualmente sirven en “La Voz de Suyapa” un gracias de corazón y un ánimo para seguir adelante” y animó a todo el personal para que continúen llevando la Palabra de Dios y seguir evangelizando”.

La Parábola de los Talentos

Sobre el Evangelio de este domingo dijo Buen Siervo y Fiel, entra en el gozo de tu Señor, “estas palabras expresan la felicidad profunda, la alegría de aquel que ha hecho fructificar su vida, la parábola que conocemos como la parábola de los talentos nos invita en primer lugar a tomar conciencia de la llamada a la vida y de la responsabilidad que está llamada, implica la imagen de los talentos, esconde el amor la misericordia la bondad de Dios para cada uno de nosotros”.

Su Eminencia dijo que “con frecuencia nos damos cuenta de que el Padre nos ha confiado un tesoro inestimable: la vida y muchas veces lo dejamos inactivo ese tesoro, sin que de frutos en nosotros y en el mundo, el talento en el tiempo de Jesús era un lingote de plata, con un peso aproximado de 30 kilos, era una gran riqueza, era el equivalente al salario de 16 años de un jornalero.

Eso significa el tesoro inmenso que cada uno hemos recibido de Dios sostuvo, nuestra vida que no tiene ningún precio, desde el inicio de la parábola, en la imagen del hombre que se va al extranjero “se nos recuerda la responsabilidad ante la gracia de Dios que recibimos sobre abundantemente, pero siempre pensando en el bien de todos y particularmente hacer crecer el don de la vida, que nos ha ofrecido Jesús, que ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia.

El peor enemigo es el miedo

El Cardenal sostuvo que “el miedo frena, el miedo bloquea, el miedo nos impide vivir nuestros dones  y hacer que los enterremos, el Evangelio nos avisa, que el peor enemigo del hombre, el peor enemigo de nuestra vida es el miedo, y es triste que vivamos en el miedo.

El Arzobispo dijo que no por la tragedia que hemos vivido, con esta tormenta tropical ETA, por la amenaza de otro huracán “le pedimos con fe a Dios que no nos ataque con tanta fortaleza, el evangelio nos avisa que el peor enemigo es el miedo a ser testigos valientes del Evangelio”.

“El miedo a proclamar con nuestra vida que hay valores por encima de la búsqueda del poder o la búsqueda del placer sin morales o la búsqueda del dinero aunque sea robado, el miedo a ser testigos valientes del evangelio.

“¿Por qué no nos atrevemos a vivir nuestra fe? Señaló, y ¿por qué tenemos que esconderla como si fuera algo malo?, con miedo al qué dirán hacen menos daño los enemigos exteriores a nuestra propia Iglesia, que a los que no tenemos el valor de existir como creyentes y como seguidores del Señor Jesús”.

“Una fe infantil no puede sustentar una vida adulta y algunas pobres personas que se quedaron con una catequesis infantil para su primera comunión fácilmente después por no profundizar la fe la perdieron ante cualquier charlatán que busca simplemente dinero.”

Jornada Mundial de los Pobres

El Cardenal indicó que este domingo la Iglesia celebra la cuarta jornada de los pobres, impulsada por el Papa Francisco y es para que escuchemos el grito de ayuda a los pobres “aquí en nuestra Honduras y en esta querida arquidiócesis”.

Esta jornada empezó hace 10 días señaló, cuando se volcó la generosidad y la solidaridad de nuestro pueblo y esta basílica mariana es testigo de tanto amor de tanta generosidad, de tanto servicio de esta Jornada Mundial de los Pobres, que se volcó para ayudar a las hermanas y hermanos más pobres, sobre todo de la costa norte que ha sufrido tanto.

Y hoy también se sigue puntualizó el Arzobispo, porque la Cáritas Arquidiocesana sigue recibiendo el corazón de aquellos que sienten que “nos debemos al amor de Dios y el amor al prójimo, hoy le decimos al Señor gracias por todo el amor que has puesto en nuestros corazones.

Extorsionar a los pobres

Asimismo Rodríguez Maradiaga señaló “el Señor Jesús se implicó preferentemente por los pobres y el problema es que haya tantas mujeres, hombres y niños explotados por viles intereses y sobre todo por la lógica perversa del poder del dinero que genera tanta injusticia en nuestro mundo, lo peor de todo es cuando el pobre explota al pobre”.

“Y cuando hay esas personas, tal vez porque nunca recibieron una orientación moral se dedican a extorsionar a los pobres una persona que con dificultad pone una pequeña pulpería o un pequeño negocio ya le caen encima los buitres, cada semana a pedirle una extorción que termina cerrando su pequeño negocio  de su fuente de ingreso”.

El Cardenal profundizó que eso es intolerable en un país que se dice cristiano es un crimen horrible que el pobre explote al pobre, “por eso como comunidad cristiana hoy tenemos que potenciar nuestro amor y nuestra fe que se vuelvan siempre solidaridad.

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