Entre risas y ese coqueteo de una mujer feliz que solo tiene paz en su corazón y que a pesar de los diversos panoramas que ha pasado en su vida no deja de darle gracias a Dios, así encontramos a Thanya Madrid, en el Centro de Cáncer Emma Romero de Callejas, sonriente y radiante, caminado de la mano de su amado esposo y mientras nos regala unos minutos de su tiempo, nos cuenta que es originaria de Originaria de Olanchito, Yoro y que a los 34 años, jamás imaginó que su vida cambiaría tan radicalmente.
Testimonio
Ella es madre de un hijo con una condición de salud delicada, que ocupa de toda su atención y por su puesto amor, por lo tanto, ya conocía lo que significaba la lucha diaria y de doblar rodillas para pedirle a Dios que le diera fuerza, su hijo nació con microcefalia. Sin embargo, en el año 2024, recibió un diagnóstico que no lo esperaba y que estremeció a toda su familia: Cáncer de Mama.
Con la valentía y la sonrisa que la caracteriza, Thanya pidió ser operada de inmediato. La decisión no fue sencilla: “no fue fácil para mí verme sin mis mamas, que son parte de nuestro cuerpo y del orgullo femenino, pero preferí la vida”, relata.
Pero eso no es todo, ya que lo más doloroso llegó poco después, cuando pasado unos días de su operación su madre también recibió el mismo diagnóstico. Madre e hija, juntas en la enfermedad, enfrentan hoy el cáncer, pero con fe y resiliencia, comparten incluso la caída del cabello tras las quimioterapias, se dan esos ánimos aun con el dolor.
Amor
Su esposo, Andy Madrid, se convirtió en un pilar fundamental: “lloramos juntos la noche del diagnóstico, pero pedí a Dios no quebrarme frente a ella. Mi papel es ser su apoyo, su bastón. Dios me dio la fuerza que no tenía”, comenta Andy. Asimismo, recuerda con lágrimas la tercera quimioterapia, la más dura: “sentí que se me moría en los brazos, pero Dios proveyó incluso el medicamento que necesitábamos. “Hoy seguimos juntos, más enamorados que nunca, que ha sido y sigue siendo un largo caminar no lo dudo, pero avanzamos.” Mientras tanto, Thanya asegura que la familia es el motor que le permite levantarse cada día. “Mi hijo es mi razón de vivir, mi esposo mi fortaleza, esa almohada que necesito por si quiero llorar; y mi madre mi gran ejemplo. Aunque ambas luchamos contra esta enfermedad, también nos acompañamos en cada paso y juntas vamos de la mano de Dios”.
Realidad del cáncer en el mundo
En América Latina, cada año hay más de 491 mil mujeres son diagnosticadas con Cáncer de Mama y casi 106, 391 mujeres mueren a causas de esta enfermedad. Para el año 2040 el número de mujeres diagnosticadas aumentará en más del 39%. El mayor porcentaje de muertes por esta patología ocurre en damas menores de 65 años.
Aumento
El doctor Genaro Aguilar, médico del Centro de Cáncer Emma Romero de Callejas, explica que el cáncer de mama es un crecimiento anormal de células en la glándula mamaria. En Honduras, según Globocan, se podrían diagnosticar ese año alrededor de 1,300 casos, cifra que podría llegar a 1,800 en el 2030. Los signos de alarma son claros: bultos en la mama o axila, cambios en la forma de la mama, secreción anormal o hundimiento del pezón. La detección temprana es clave: “si se trata a tiempo, las probabilidades de curación aumentan considerablemente”, recalca el doctor. Esta guerrera, entre lágrimas y sonrisas, mientras toca su cabellera que la ciencia le tiene prestado resume su experiencia en una sola frase: “Dios no me dejó sola. Aunque me quitó el cabello natural y parte de mi cuerpo, me dio la fe, la familia y la esperanza de seguir adelante”.




“El cáncer es una realidad que se ha dado, pero es una oportunidad para acompañar para amar y no dejar solo a este familiar apoyarle y incluso de sufrir con él”
P. Santos Pablo Vásquez
Párroco San Martín de Porres

1 La detección: El caso Thanya es una muestra de la importancia de escuchar esas señales que puede dar el cuerpo y acudir al médico cuando se tenga algún síntoma anormal. Aunque las mamografías por lo general suelen recomendarse a partir de los 40 años, signos como dolor intenso, bultos o secreciones mamarias, fiebre, cansancio, no deben ignorarse. Su diagnóstico a los 34 años solo demuestra que el cáncer de mama no respeta edad. Por lo que detectarlo a tiempo permite acceder a tratamientos más efectivos y con mayores posibilidades de poder salvar la vida.
2 La fe: Thanya y su madre encontraron en la fe en Dios una razón para no rendirse. Ella es devota de la Virgen y su gran compañía siempre es la oración, el agradecimiento al Padre es un reflejo que no se rinde un en la tormenta. La resiliencia, entendida para ella como la capacidad de levantarse en medio del dolor, y eso les permite transformar lágrimas en esperanza, miedo en determinación y dolor en ejemplo de lucha.
3 La familia: La experiencia de esta sobreviviente de cáncer y que camina de la mano de su esposo, solo revela que esta enfermedad no lo enfrenta una persona sola, sino toda la familia. Su conyugue se convierte en cuidador, confidente y apoyo emocional; su madre es un espejo de lucha, donde juntas saldrán adelante con la ayuda de Dios. Su hijo se es la fuerza para seguir. La enfermedad transforma dinámicas, exige sacrificios, pero también fortalece los vínculos y permite redescubrir la unión familiar.
4 Los factores: Factores Geneticos, aproximadamente del 5% al 10% de los canceres de mama son atribuibles a factores genéticos. Los genes de predisposición al cáncer de mama más frecuentes son BRCA1 BRCA2, PTEN) actualmente se siguen explorado otros genes de predisponían, así como sus interacciones con el medio ambiente. Antecedentes familiares: el riesgo de padecer esta patología aumenta con el número de familiares en primer grado afectados por la enfermedad.
5 Cifras: Las cifras de la Organización Mundial de la Salud y Globocan muestran un aumento constante de casos: de 1,211 en 2022 a más de 2,100 proyectados para 2040 en Honduras. La mortalidad también crecerá si no se fortalecen las campañas de prevención, y se haga ese llamado de un diagnóstico temprano y acceso a tratamientos. En América Latina, el impacto es mayor en mujeres menores de 65 años, lo que afecta directamente a familias en edad productiva.
¿Cómo ayudar a una persona con diagnóstico de cáncer?
Francia Varela, psicóloga

Para ayudar a una persona con cáncer de mama, lo primero es aprender a enfocarte en escuchar sin juzgar, ofrece apoyo práctico como ayuda con tareas y transporte, mantén el contacto y la comunicación fluida durante todo el tratamiento, y sé consciente de la importancia de cuidar de ti mismo como cuidador. Escucha de manera activa: Para ello, permite que la persona exprese sus sentimientos sin interrupciones ni juicios, y recuérdale que puedes hablar en cualquier momento. Es importante darles espacio a sus emociones, sean cuales sean. Mantén el contacto: Llama o envía mensajes con frecuencia para saber cómo está y para que no se sienta olvidada, especialmente a medida que el tratamiento avanza. Sé paciente: El tratamiento puede ser largo y afectar su estado de ánimo; evita las presiones y da espacio si no quiere hablar. Es importante tomar en cuenta que, debido al diagnóstico, es común que a menudo se recomienda la cirugía para personas con cáncer de mama, y existen consideraciones especiales desde el trabajo de la psicoprofilaxis quirúrgica hasta el cuidado de una persona durante su recuperación. Permanentemente el trato con respeto y normalización, el tratarlos como desahuciados, dependientes, improductivos puede empeorar su situación emocional, por eso: 1. Trátala como una persona: No permitas que el cáncer sea lo único que la defina; hazla sentir valorada como persona. 2. Pregunta antes de actuar: No asumas lo que necesita; es mejor preguntar directamente qué requiere y responder a sus peticiones específicas. 3. Sé un apoyo constante: Mantener el contacto y ofrecer tu apoyo durante todo el proceso de tratamiento es fundamental.