En la Audiencia General de hoy miércoles el Papa Francisco continúa con la Carta a los Gálatas. Subraya el llamado de Pablo. “La fe en Jesucristo nos ha permitido convertirnos realmente en hijos de Dios y sus herederos”. Por eso, los cristianos debemos recordar con gratitud el momento de nuestro bautismo “para vivir con mayor conciencia el gran don que hemos recibido”.
El Papa dijo que “una vez que ha llegado la fe en Jesucristo se ha creado una condición radical nueva que conduce a la filiación divina”. Insiste que para Pablo ser bautizado equivale a participar de forma efectiva y real en el misterio de Jesús. “El bautismo no es un mero rito exterior, enfatiza el Papa. Quienes lo reciben son transformados en lo profundo en el ser mas intimo y poseen una vida nueva”.
Francisco argumenta “la igualdad en Cristo, que supera las diferencias sociales entre los dos sexos, “fue revolucionaria en su momento” y “necesita ser reafirmada aún hoy”. “Esto también ocurre hoy: hay tantas personas en el mundo, millones de ellas, que no tienen derecho a comer, no tienen derecho a la educación, no tienen derecho a trabajar: son los nuevos esclavos, son los que están en las periferias, que son explotados por todos. Incluso hoy en día existe la esclavitud: pensemos un poco en esto. Negamos a estas personas la dignidad humana. Son esclavos”.
Es decisivo dice el Papa, para todos nosotros hoy redescubrir la belleza de ser hijos de Dios y afirma: “Las diferencias y los contrastes que crean separación no deberían tener morada en los creyentes en Cristo”.
El Sumo Pontifice recordó la Constitución Lumen Gentium del Concilio Vaticano II afirma: “Nuestra vocación es más bien la de hacer concreta y evidente la llamada a la unidad de todo el género humano”, e insiste nuevamente: “Lo que cuenta es la fe que obra siguiendo el camino de la unidad indicado por el Espíritu Santo.
