“El amor verdadero cura, sana, nos hace libres, nos hace fecundos, es expansivo e inclusivo. Amar como Dios nos ama no es fácil, pero es un arte que podemos aprender y mejorar” propuso el Papa Francisco en la catequesis para este miércoles, que ya volvieron a realizarse con la presencia de fieles.
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El Pontífice señaló que lamentablemente “Algunos aprovechan la situación para fomentar divisiones: para buscar ventajas económicas o políticas, generando o aumentando conflictos. Otros simplemente no se interesan por el sufrimiento de los demás, pasan por encima y van por su camino (cfr. Lc 10, 30-32). Son los devotos de Poncio Pilato, se lavan las manos”.
“Un virus que no conoce barreras, fronteras o distinciones culturales y políticas debe ser afrontado con un amor sin barreras, fronteras o distinciones”
Francisco
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La cura para este mal afirmó el Papa es el amor de Dios, “Él nos ama incondicionalmente, y cuando acogemos este amor divino, entonces podemos responder de forma parecida. Amo no solo a quien me ama: mi familia, mis amigos, mi grupo, sino también a los que no me aman, amo también a los que no me conocen, amo también a lo que son extranjeros, y también a los que me hacen sufrir o que considero enemigos”
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Ante la dura realidad que comenzó denunciando, Francisco recordó que todos somos seres sociales y políticos y reafirmó que “El bien común requiere la participación de todos. Si cada uno pone de su parte, y si no se deja a nadie fuera, podremos regenerar buenas relaciones a nivel comunitario, nacional, internacional y también en armonía con el ambiente”.