“Un encuentro de laicas, laicos, consagradas, consagrados, sacerdotes, obispos, todos juntos”, así define el papa Francisco su convocatoria a la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, bajo el lema: “Todos somos discípulos misioneros en salida”.
Tras el lanzamiento de esta inédita iniciativa, el 24 de enero 2021, el Papa Francisco en un video mensaje dirigido al presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, puso de relieve que “La Asamblea Eclesial no es una conferencia del Episcopado Latinoamericano cómo se hacía en las anteriores – la última en Aparecida, Brasil, en mayo 2007 – de la cual todavía tenemos que aprender mucho. No. Es otra cosa, es una reunión del pueblo de Dios. Se reza, se habla, se piensa, se discute, se busca la voluntad de Dios”.
La Asamblea ha sido concebida en dos fases. Un primer momento, denominado Proceso de Escucha, que se extenderá hasta el mes de julio próximo, consistirá en generar diversos diálogos y actividades que serán el hilo conductor de todo el proceso de discernimiento hacia y durante la Asamblea de cierre a realizarse del 21 al 28 de noviembre 2021.
La segunda fase de carácter presencial, tendrá lugar en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, México y simultáneamente en varios otros lugares de toda la región latinoamericana. Entre los objetivos de la Asamblea destacan reavivar a la Iglesia de una nueva manera, presentando una propuesta reformadora y regeneradora. Ser un evento eclesial sinodal y no solo episcopal, con una metodología representativa, inclusiva y participativa. Hacer posible una relectura agradecida de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano.
Reconectar las cinco Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano, vinculando el Magisterio Latinoamericano al Magisterio del Papa Francisco y marcando tres hitos: de Medellín (1968) a Aparecida (2007), de Aparecida a Querida Amazonía (2019) y de Querida Amazonía al Jubileo Guadalupano y de la Redención en 2031. La Asamblea eclesial que buscará profundizar en los nuevos desafíos que hoy se presentan, tendrá la mirada puesta en el año 2031, cuando se cumplirán los 500 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe, patrona de América Latina.
El Papa remarcó que es importante llevar adelante este tiempo bajo dos criterios: “El primero ir junto al pueblo de Dios, del que todos somos parte. Una Asamblea unida al pueblo de Dios”, sin dar paso a la élite, porque la Iglesia, dijo, “se da con todos, sin exclusión. El segundo criterio es la oración”. El papa afirmó que en medio del pueblo de Dios está el Señor. Este evento quiere ser una expresión genuina de una presencia que acoja las esperanzas y anhelos de todas las personas que conforman la Iglesia, Pueblo de Dios, especialmente en este tiempo de profunda crisis.
La participación a este nivel de todos los bautizados es sin duda un momento histórico, no solo para la Iglesia del Continente, sino para la Iglesia Universal. Nos unimos con alegría a este gran momento de la Iglesia en Latinoamérica que nos recuerda a todos nuestros deberes como bautizados de ser más misioneros, cultivando la cercanía que este tiempo exige, siendo una presencia transformadora en la vida de las personas.