Editorial | Nuestra voz | La inteligencia artificial ha llegado para quedarse

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El concepto de inteligencia artificial (IA) resulta demasiado amplio y demasiado vago, lo que plantea dificultades para comprenderlo, particularmente entre aquellos que no están familiarizados con la tecnología de punta, de última generación; por lo que una forma sencilla de definirla es que la (IA) consiste en un programa informático capaz de ejecutar tareas y procesos que tradicionalmente necesitaban de una inteligencia humana.

En ese sentido, a través de una serie de pasos o instrucciones precisas creados por expertos humanos, un programa de computación puede resolver un problema o lograr una tarea, aprender comportamientos y realizar predicciones sobre distintos temas para facilitar nuestra vida; al permitirnos resolver algunos problemas, reducir el tiempo de algunas tareas y elegir las mejores decisiones para determinadas situaciones.

Pero pese a que la inteligencia artificial es una de las tecnologías más prometedoras en el mundo de hoy, encontramos bandos a favor y en contra de su implementación y uso, tal como ocurrió durante la revolución industrial que tuvo lugar aproximadamente entre 1760 y 1840 y que desencadenó cambios sin precedentes en las sociedades occidentales y, luego, en todo el mundo, la inteligencia artificial ha llegado para quedarse y con ella se están borrando los límites entre los mundos físico, digital y biológico, y desencadenando profundas y veloces transformaciones en la forma en la que vivimos, trabajamos, estudiamos, nos entretenemos, producimos, consumimos. Hasta en cómo nos relacionamos unos con otros.

Los expertos hablan de un nuevo capítulo en el desarrollo humano, que está moldeando el mundo a un ritmo vertiginoso, en el que se ven grandes ventajas y oportunidades tales, como reemplazo de seres humanos en la ejecución de tareas peligrosas como desactivación de bombas, manipulación de materiales biológicos potencialmente peligros o trabajos que se llevan a cabo en entornos radioactivos, pero también, peligros y desafíos como el desempleo especialmente en el caso de los trabajos menos cualificados, la ausencia de perspectiva moral que implica la capacidad de distinguir entre el bien y el mal, sin que puedan llevar a cabo juicios de valor en el caso de que sean empleadas de forma moralmente cuestionable entre otras. En síntesis, no es una época de cambios: el cambio marca la época.

La innovación permanente es un componente esencial de este proceso: lo que hoy es innovador en dos meses dejará de serlo, a menudo con profundas consecuencias, que transformaran nuestras sociedades y desafiaran lo que significa ser humano, por lo que ya se han empezado a tomar acciones a fin de poner límites ante un fenómeno imparable que va a cambiar la historia de la humanidad para bien y para mal.

En noviembre de 2021, los 193 Estados miembros de la Conferencia General de la UNESCO, adoptaron la Recomendación sobre la Ética de la inteligencia artificial, el primer instrumento normativo mundial sobre el tema. No solo protegerá, sino que también promoverá los derechos humanos y la dignidad humana, y será una brújula, una guía ética y una base normativa global que permitirá construir un sólido respeto por el estado de derecho en el mundo digital. Esto que estamos viendo es solo la punta de iceberg.

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