“Sentí mi nombramiento como una experiencia de la voluntad de Dios sobre mí o, mejor dicho, de Dios que quiere guiar a su Pueblo a través mío o junto a mí” palabras de Monseñor José Vicente Nácher, arzobispo electo de Tegucigalpa en una entrevista concedida al portal español Religión Digital.
Sobre su reciente nombramiento, ha expresado que, “Este es un caso evidente de que Dios elige lo más débil de este mundo para que se manifieste su gloria. Yo no tengo títulos ni méritos”, quien asegura, que su misión será guiada por el Espíritu Santo.
En esta entrevista, el oriundo de Valencia, confiesa que es “hincha” del fútbol, claro del Valencia FC que desde el año 2000, camina junto al pueblo de Dios en Honduras, como misionero vicentino.
Es hijo de un matrimonio muy católico, se autocataloga como un misionero en la distancia. “Crecí junto a los salesianos y a los padres vicentinos, y las Hijas de la Caridad fueron muy significativas en mi juventud. Guardo magnífico recuerdo de mi formación sacerdotal con los paúles en Barcelona y en el Seminari de Sant Pacià. Mis primeros años pastorales fueron en Alicante y Valencia, en Misiones Populares. Y en el año 2000 llegué definitivamente a Honduras, donde he estado en San Pedro Sula y en la Mosquitia” dio a conocer.
Sobre su lema y escudo episcopal confesó que, “Aún no he tenido tiempo. La verdad, mi mente ha estado sobre todo en el Pueblo de Dios, y en los estimados sacerdotes de la Arquidiócesis”.