En la Catedral Pedro Apóstol de San Pedro Sula se celebro la Eucaristía de exequias del sacerdote José Enrique Vasquéz quien perdió la vida de manera violenta el miércoles 2 de marzo.
La misa de cuerpo presente fue presidida por monseñor Ángel Garachana, quien consternado por lo ocurrido en su homilía mencionó estas palabras: “Así como sacerdote, a ejemplo de Jesús, fue gastando su vida para que los fieles tuvieran su vida, esta vida del padre Quique ha sido dramáticamente truncada, victima de la violencia que no cesa en nuestro paisa y una violencia tan grave que llega hasta el asesinato de mies de personas, una verdadera pandemia la que se da en Honduras porque bien podemos calcular 4 mil o más asesinados cada año”
Además agregó: “Ojalá que este asesinato nos conmueva y sea como un golpe en la conciencia, que sea un llamado fuertes a todos empezando por las autoridades del gobierno, siguiendo por todo el sistema de seguridad y continuando por nosotros mismos; familia, escuela, iglesia, medios de comunicación para que vayamos trabajando por esa cultura del respeto a la vida y la cultura de la paz que soñamos, queremos y deseamos para nuestra Honduras. Ojalá llegue ese día soñado y deseado de vivir en una Honduras de solidaridad, convivencia y paz”
En la santa Eucaristía que también fue concelebrada por el clero de la diócesis de San Pedro Sula estuvieron presentes familiares, amigos y fieles de la parroquia San José del Barrio Medina que el padre dirigía.
La madre del Padre José Enrique dirigió unas palabras de agradecimiento y sollozando expresó: “Me duele la muerte de mi hijo, lo mataron como si hubiera sido una persona mala, eso es lo que más me duele” también “Desde que me enteré de su desaparición, lo primero que hice fue leer la biblia y encender una candela, la luz estaba alegre y dije: mi hijo está con vida”.
La señora, manifestó que en todo momento tenía su fe puesta en Dios y que se sentía tranquila porque su hijo hasta en el último día la hizo sentir feliz.