Siendo una de las principales causas de discapacidad en el mundo, el Trastorno Depresivo Mayor, afecta a más de 300 millones de personas según lo estimaron las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una opción de tratamiento en primera línea para este tipo de casos es la Estimulación Magnética Transcraneal Repetitiva (rTMS por sus siglas en ingles), la cual ya se está implementando en todo el globo.
Es un estudio único en su tipo, realizado como parte de un ensayo clínico publicado en American Journal of Psychiatry, detectó cambios de conectividad funcional del cerebro a gran escala en pacientes con depresión resistentes al tratamiento. A dichos personas se les brindó la estimulación magnética dirigida.
La administración en pacientes de la rTMS, se dirige a la corteza prefrontal dorsolateral derecha o izquierda que activa las neuronas locales y distantes, afectando los síntomas relacionados con la depresión; por ejemplo:
- Las tendencias suicidas.
- El retraimiento social.
- El estado de ánimo.
- La ansiedad
El profesor asistente en el departamento de psiquiatría de la UBC, investigador en DMCBH y autor principal del estudio, Fidel Vila-Rodríguez, reveló que “queríamos saber qué le sucede al cerebro cuando se administra el tratamiento con rTMS” añadiendo que: “Nuestro hallazgo sugieren que la rTMS podrían depender de la capacidad de cambio del cerebro (neuroplasticidad) para ser efectiva. También sugiere que los efectos de la rTMS en el cerebro se extienden más allá de área focal estimulada (efectos de red funcional). Este Trabajo proporciona una explicación mecánica de lo que hace la rTMS para tratar la depresión y respalda la idea de que para que trate los síntomas depresivos es necesario un cambio distribuido en la actividad cerebral (red o base del circuito)”.
Vila-Rodríguez y su equipo administraron una ronda de rTMS a los pacientes mientras estaban dentro de un escáner de resonancia magnética. La IRM, una aplicación médica de la resonancia magnética nuclear (RMN), utiliza fuertes gradientes de campo magnético y ondas de radio para adquirir imágenes de alto contraste de la actividad cerebral, lo que permite a los investigadores registrar respuestas en tiempo real a la rTMS. Al estimular el DLPFC, el equipo encontró cambios generalizados, agudos y transitorios en la conectividad funcional, particularmente en las regiones del cerebro involucradas en la regulación de las respuestas emocionales a la memoria y el control motor.
Después del tratamiento con rTMS durante cuatro semanas, el equipo volvió a realizar resonancias magnéticas funcionales en los participantes y registró las regiones que mostraban cambios en la conectividad funcional. Luego, el equipo evaluó si las regiones activadas registradas al final del tratamiento estaban asociadas con pacientes que tenían menos síntomas de depresión. Vila-Rodríguez indicó: “Encontramos que las regiones del cerebro que se activaron durante la rTMS-fMRI concurrente estaban significativamente relacionadas con buenos resultados”.
Por otro lado se espera que el mapeo de las regiones del cerebro estimuladas pueda ayudar a determinar qué tan bien responde un paciente a estos tratamientos. También se encontró que las asociaciones predictivas más fuertes en las conexiones entre las regiones prefrontales y las cortezas motora, parietal e insular y entre las regiones bilaterales del tálamo.