Es laudable la costumbre de instalar en las casas y en las Iglesias un nacimiento, que recuerda y ayuda a vivir el misterio de la Navidad. Para dar más sentido religioso o para significar su inauguración puede hacerse un rito de bendición, que signifique el comienzo de las solemnes fiestas navideñas. Este rito es introductorio de los misterios que se celebran en la liturgia.
La costumbre de colocar en los hogares cristianos un árbol adornado durante las fiestas de Navidad es recomendable, ya que este árbol puede recordar a los fieles que Cristo, nacido por nosotros en Belén, es el verdadero Árbol de la vida, Árbol del que fue separado el hombre a causa del pecado de Adán.