Para conmemorar a su patrono, el Decanato San Pedro Apóstol realizó una procesión en la que participaron las seis parroquias que lo conforman, sumado a ellos también participó la comunidad de Mateo.
El compromiso y la entrega fue muy notoria en este acto de religiosidad popular, pues fue una actividad muy concurrida, dando respuesta al llamado que Dios hizo a las personas a través de sus párrocos y vicarios. Entre los signos visibles prevalecieron las camándulas haciendo presente a María en medio del pueblo de Dios, y las pancartas con mensajes para clamar por la paz también se podían apreciar.
Con el rezo del Santo Rosario para pedir por la paz de nuestro país, la feligresía se encaminó hasta la parroquia San Maximiliano Kolbe, ubicada en la colonia San Francisco de Comayagüela, donde se celebró la Santa Eucaristía presidida por fray Alexander Díaz Peinado, de la cuasi parroquia Santísima Trinidad, de la Nueva Capital, y concelebrada por los demás sacerdotes del decanato.
En la homilía fray Alexander dijo que es importante orar por el decanato pero que la Iglesia de Dios debe orar por lo que sucede en el país “Oremos para que el Señor siga actuando, siga suscitando hombres y mujeres amantes de la paz, amantes de la justicia”.
El sacerdote continuó diciendo que la Iglesia de Dios tiene una misión, y esa es anunciar el Evangelio “todos nosotros estamos llamados a que en los lugares donde nosotros estemos tratemos de sembrar lo que hemos aprendido del Señor y lo que Él ha hecho en nuestras vidas, llevarlo a esa realidad y mostrar al mundo que tenemos a un Dios que nos ama, y que, así como a transformando nuestra vida puede transformar la vida de los demás”
Al concluir la Eucaristía se compartió algunos alimentos con los presentes y luego regresaron a sus hogares llenos del alimento para el cuerpo y también del alimento que nos salva y conforta el alma.