Diversos autores nos enseñan que la resurrección de Jesús es el sentido y la plenitud de toda creación. Los relatos del Evangelio nos acentúan que al escuchar la noticia Pedro y Juan corrieron hacia al jardín para ser testigos de Cristo resucitado.
Jardín
Bajo esta premisa, la Hermana Gladys De la Cruz Castañón, del Movimiento Laudato Sí a nivel internacional, explica que, “Este hecho nos hace pensar que la Creación es el lugar donde Dios se hace presente, digamos, es su gran templo en dónde Él se encuentra con sus criaturas”. Alejandra Zelaya, coordinadora del movimiento Laudato Si en Honduras, explica que, la Resurrección de Cristo es el evento central de nuestra fe cristiana, que nos invita a reflexionar acerca de la esperanza de una vida nueva, la restauración de todas las cosas. “Esta renovación y transformación se relaciona directamente con la ecología integral, que nos llama a proteger y cuidar no solo a la humanidad, sino a toda la Creación de Dios”, afirmó.
Doctrina
En “Laudato Si”, el Papa Francisco nos recuerda esta única crisis socioambiental que se compone también de la crisis económica, ética y espiritual. Nos exhorta además a ver la interdependencia entre los seres humano y la naturaleza, todo está conectado. También, a reconocer que el deterioro ambiental tiene consecuencias directas en la vida de las personas vulnerables y en el conjunto planetario.
Bien lo menciona el numeral 84 al proclamar que, “Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios”. En “Laudate Deum”, el Papa Francisco amplia esta perspectiva al señalar que el amor de Dios y el amor por el prójimo están intrínsecamente ligados al cuidado de la Tierra y de todas sus criaturas. Nos llama a una conversión ecológica que implique cambios en nuestro estilo de vida, en nuestras estructuras sociales y en nuestra relación con el medio ambiente.
UNA ECOLOGÍA RESUCITADA
La resurrección de Cristo nos brinda la esperanza de un mundo nuevo y nos impulsa a trabajar por la justicia, la solidaridad, el cuidado de toda la creación de Dios, como expresiones concretas de nuestra fe. La ecología integral inspirada en la visión cristiana del mundo nos invita a vivir en armonía con la creación y a ser custodios responsables de la casa común que Dios nos ha confiado.
