Los desacuerdos y malos entendidos son algunas de las situaciones que suelen enfrentar los matrimonios, sin embargo, es muy importante buscar la forma de solucionar dichos problemas. Aquí es oportuno citar una de las frases que ha dicho el Papa Francisco en sus catequesis “En la vida matrimonial se pelea tantas veces, pero les doy un consejo: nunca terminen la jornada sin hacer las paces”.
Cuando estas discusiones y diferencias se convierten en algo habitual en la relación, es urgente buscar ayuda, pero que sea la adecuada asegura Dilcia Elvir de Durón miembro de Pastoral Familiar en la Parroquia El Salvado del Mundo, “Nosotros aconsejamos que se busque la ayuda de un sacerdote, para que él derive a una pareja de Pastoral Familiar que tenga testimonio de vida, de cómo ellos pudieron superar la crisis en algún momento de su vida, esto les ayudará a reconocer que con la ayuda de Dios se puede vencer cualquier obstáculo”.
Acompañamiento
El Padre Wilson Canizales, Vicario de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús recomienda no solo pedir ayuda cuando ya se ha constituido la familia cristiana en el sacramento del Matrimonio, y sugiere que se refuerce el acompañamiento en el noviazgo, ya que esto servirá para que los jóvenes y las personas ya adultas sepan manejar su matrimonio y enfrentar las dificultades que se presenten. “El diálogo para mí es la pieza fundamental porque si en los esposos no se entienden, si el esposo no comprende a su esposa y la esposa no comprende a su esposo, básicamente el matrimonio va a la ruina, se destruye la familia. Pero si los esposos son capaces de dialogar y de orar juntos, Son una familia con hambre, con sed de salir adelante y ser una familia verdaderamente cristiana”.
Para Eusebio Pérez, miembro de la Pastoral Familiar en la Parroquia San José Obrero, la comunicación y el respeto, son valores fundamentales para que haya coherencia en un matrimonio “Si esto no se da, difícilmente podemos lograr la unidad y el diálogo en la familia”.
