Los frutos que deja el Espíritu citados en la carta de San Pablo a los Gálatas son regalos del cielo para ponerlos en práctica:
Benignidad, Gozo, Bondad, Templanza, Perseverancia, Modestia, Paciencia, Paz, Caridad, Castidad y Mansedumbre.
Los dones del Espíritu Santo son 7: ciencia, consejo, temor de Dios, fortaleza, sabiduría, entendimiento y piedad y ayudan a sostener la vida espiritual del hombre y Dios permite a través de ellos, derramar la gracia del espíritu sobre nosotros.