Cada vez que un obispo es ordenado, la Iglesia le pide que escoja un lema y diseñe un escudo episcopal, llamado también heráldica eclesiástica. El lema busca reflejar las creencias y convicciones del obispo, mientras que el escudo episcopal es un símbolo especial que identifica al obispo. La heráldica eclesiástica es la rama científica y artística del estudio y el diseño de los blasones, que son los escudos en sí mismos o los símbolos que aparecen en ellos. Aunque generalmente las normas que rigen el diseño de los blasones son las mismas que las referidas a la heráldica general, la eclesiástica tiene sus variaciones específicas -tanto en el campo de los escudos como sobre todo en sus ornamentos exteriores-, las cuales se rigen por su propia tipología.
PETICIÓN
El Excelentísimo y Reverendísimo Monseñor, José Vicente Nácher, Arzobispo electo de Tegucigalpa, Honduras, hizo personalmente la solicitud de su escudo eclesiástico.
CERTIFICACIÓN
Este escudo fue certificado por el licenciado, Master en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Jorge Hernández.
REGLAS
Las reglas de composición de escudos eclesiásticos generalmente tienen una base patrimonial común. Dicha base fundamenta todas las variantes heráldicas en el cristianismo.
1 La Cruz
Este es un símbolo por excelencia de Cristo y de su Iglesia. Es color amarillo y se da a entender que, como Jesús cargo este instrumento, Monseñor Nácher tendrá sobre sus hombros el peso de una arquidiócesis que avanza y que el cargará con amor y entrega.
2 La flor de lis
Este ornamento, es una referencia a Nuestra Señora de Suyapa, patrona de Honduras, cuyo manto lleva como figura principal una flor de lis, que as su vez es una representación tradicional de pureza de la Santísima Virgen.
3 La espada
Vemos que se encuentra dentro del campo rojo un escudo y la leyenda Quis ut Deus, (Quién como Dios), que representa a San Miguel Arcángel, príncipe de la milicia celestial y patrón de Tegucigalpa.
4 Por lema
Humilis et simples es su lema y este significa “Humildes y sencillos” y se basa en el versículo 25, capítulo 11, del Evangelio de San Mateo que dice: “Por aquel entonces dijo Jesús: Padre, Señor del cielo y de la tierra, te doy gracias porque has ocultado todo esto a los sabios y entendidos y se lo has revelado a los sencillos”.