En la época, mientras el bullicio de las festividades llena el aire, es esencial recordar el verdadero significado de la temporada: el nacimiento de Jesucristo. Siguiendo el ejemplo de los Reyes Magos, quienes viajaron largas distancias para adorar al recién nacido, nosotros, como comunidad cristiana, debemos esforzarnos por llevar la Buena Noticia a aquellos que nos rodean.
Acercamiento
Daniela Meléndez, una feligresa activa en la Parroquia El Salvador del Mundo, comparte su perspectiva sobre la importancia de compartir la alegría del nacimiento de Jesús. Para ella, la historia de los Magos de Oriente es un recordatorio de la dedicación y el sacrificio que debemos estar dispuestos a hacer para llevar el mensaje de amor y esperanza a los demás. “Los Reyes Magos nos enseñan que la búsqueda de Jesús no siempre es fácil, pero la recompensa es inmensa”, comenta Daniela y al mismo tiempo recuerda que “debemos estar dispuestos a superar obstáculos, así como ellos lo hicieron, para compartir el regalo de la salvación con aquellos que aún no han escuchado la Buena Noticia”.
La historia de los Magos no solo es un relato histórico, sino también un llamado a la acción. Al igual que ellos, nosotros debemos estar dispuestos a salir de nuestra zona de confort y aventurarnos en la misión de llevar la luz de Cristo a aquellos que se encuentran en la oscuridad. “La verdadera adoración va más allá de los cánticos y las oraciones en la Iglesia”, destaca Daniela y también señala que “significa comprometerse a compartir el amor de Cristo con el mundo, siguiendo el ejemplo de los Reyes Magos, quienes ofrecieron valiosos regalos como símbolo de su adoración y compromiso”.
Movimiento
Por su parte Ángel Flores, de la Renovación Carismática, opina que “Debemos ser como los Reyes Magos, llevando, no solo regalos a Jesús, sino que propagar, luego, la noticia de su nacimiento a las demás comunidades”.
