Generalmente vemos como el tiempo de la Navidad es muy esperado por las familias ya que hay alegría, regalos, luces, comida, visitas, compras y paseos. Pues en el Tiempo de Cuaresma también las familias pueden disfrutar de este tiempo, vivirlo intensamente.
La Cuaresma es un tiempo de reflexión y preparación espiritual que se puede vivir en familia, ya que suelen ser una oportunidad para fomentar en nuestros hijos el conocimiento de la Palabra de Dios, la unión y los actos de caridad. Este tiempo de preparación hacia la Pascua lo podemos aprovechar para tener un encuentro con nosotros mismos, una instrospección sobre las conductas y hábitos que nos dañan y la oportunidad de cambiar algo de nosotros para acercarnos más a Cristo. Estos 40 días a partir del Miércoles de Ceniza son una oportunidad para enseñarles a los niños y niñas a valorar el infinito amor de Dios y aumentar su fe.
¿Qué hacer?
Podemos enseñarles a nuestros hijos que toda la familia se puede poner a prueba, como Jesús lo hizo durante 40 días en el desierto, y preguntarles ¿qué te gustaría hacer por algún miembro de tu familia? así ellos pueden hacer un ejercicio de autoconocimiento, dejar de pensar en sus necesidades inmediatas y tratar de hacer sentir bien al otro, de esa forma se puede fomentar en ellos la práctica de la caridad.
¿Por qué los 40 días?
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número 40 en la Biblia. Se habla de los 40 días del diluvio, de los 40 años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los 40 días de Moisés y de Elías en la montaña, de los 40 días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.