Cada dos de noviembre se celebra a los Fieles Difuntos, día dedicado a todos aquellos que ya han partido hacia la morada santa del Señor después de su paso por la vida y que aumentaron su fe y sirvieron en vida a la Iglesia y al Señor Jesucristo.
Es por ello que el arzobispo de Tegucigalpa, celebró la Santa Eucaristía por los difuntos que ya no están en nuestra presencia en la Cripta Sacerdotal ubicada en la Basílica de Nuestra Señora de Suyapa.
En su homilía S. E. Óscar Andrés Cardenal Rodríguez Maradiaga, hizo un llamado a no perder la calma cuando la muerte llegue, ya que la muerte no es acabar con la vida, sino alcanzar la plenitud de la vida y de la alegría, mencionó.
Debido a la ola de criminalidad que se vive en el país, el Cardenal se refirió y recordó a todas las víctimas del sicariato, de la extorsión y la tragedia de los jóvenes de la cohetería en Copán.
Asimismo, agradeció a cada uno de los sacerdotes fallecidos en Honduras, nombre por nombre, que se encuentran en la cripta, en donde descansan sus restos.