En la homilía del vigésimo séptimo domingo del Tiempo Ordinario, el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez se refirió al matrimonio y la familia, basándose en las lecturas propuestas en la liturgia para este día. Lamentó que muchos matrimonios ” no han sido sacramento, porque se llevaron a cabo sin la necesaria preparación y madurez”, por lo que recordó que “el amor y la familia no son un plan de ningún humano, legislación o gobierno, es un proyecto de Dios y es a Él que se le deba pedir las instrucciones”.
Fue claro al mencionar que “El matrimonio y la familia no es proyecto de ninguna ideología, ni ningún movimiento, llámese feminista o masculinista o como sea, es al Creador a quien se le deben pedir las instrucciones y están muy claras en la Biblia. No dijo dejará el hombre a su familia y se unirá a otro hombre, no lo dice la Palabra de Dios, pero hay tantos que posan por legisladores y no entienden la ley de Dios, allí están haciendo caricaturas que llevan al daño de la sociedad. No nos dejemos desorientar por esas ideologías que quieren imponerse a la fuerza, aún sabiendo que son contra Dios y que el que no piensa como ellos, hay que insultarlo, denigrarlo, destruirlo. La Palabra de Dios es muy clara”.
Sobre aquellos que lastimosamente llegaron a una situación de divorcio, les recordó las palabras del Papa Francisco en Amoris Laetitita, “no solo no tienen que sentirse excomulgados, sino que pueden vivir y madurar como miembros vivos de la Iglesia, sintiéndola como una madre que les acoge siempre, los cuida con afecto y los anima en el camino de la vida y del Evangelio”.
Recordando las palabras que se pronuncian en los matrimonios dijo que “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”, ¿Qué significa esta expresión? Es una expresión que significa que Dios no quiere mujeres maltratadas y sometidas al varón, Jesús no admite la superioridad del varón y el sometimiento de la mujer sino un verdadero amor entre ambos”.
