En su mensaje para el Domingo de Resurrección, el Arzobispo de Tegucigalpa Monseñor José Vicente Nácher Tatay, manifestó que “nuestro “hombre viejo” del pecado ha muerto con Cristo esta Pascua, y ahora nuestra vida está “escondida con Cristo en Dios”.
Además, el arzobispo metropolitano, destacó’ que para nosotros “Cristo es nuestra vida, porque ahora por fin, hemos entendido la Escritura, según la cual Cristo tenía que resucitar triunfante de la muerte, de manera que también nosotros seamos partícipes de su gloria. Dicho esto, hay una consecuencia práctica que transforma nuestra vida definitivamente. El pecado y su paga que es la muerte, llegan porque anhelamos ser glorificados en nosotros mismos, lo que llamamos vanagloria”
“Este es el día en que actuó el Señor, sea en Él nuestra alegría. Y por tanto corramos a anunciarla a todo el pueblo, porque para eso los que “Nos sentamos a la mesa del Resucitado”, fuimos escogidos de antemano por Dios, para ser sus testigos. De hecho, estériles quedarían estas celebraciones pascuales si fueran solo una gratificante experiencia privada, y no saliéramos corriendo como los apóstoles. Esta podría ser una bonita definición de cristianos: los que salen corriendo de alegría por la resurrección de Jesús”.
Cristo ha ganado para nosotros el derecho a la paz y la alegría. Corramos sin miedo, la verdadera alegría ha triunfado y tiene rostro, el de Jesucristo