El Padre Rodolfo Varela en la Misa de este viernes en la Basílica de Suyapa nos dio un ejemplo de cómo debemos comportarnos en la Eucaristía, concentrados en los ritos y en la Palabra de Dios.
El sacerdote contó el pasaje de una joven que se quería retirar de la Iglesia porque según ella llegaba a la eucaristía gente chismosa, gente hipócrita, y gente con cizaña que no le agradaba. “Bueno le dice, puedes hacer un ejercicio antes de retirarte, unos minutos antes de la Eucaristía, por favor llena este vaso con agua, y le entregó un vaso y quiero que le des la vuelta a todo el templo hasta llegar nuevamente al altar, la muchacha extrañada hizo caso”.
“La idea le dice, es que no derrames ninguna gota de agua, pues hizo el ejercicio se lo llevó al sacerdote el vaso nuevamente con el agua y le dice el sacerdote, durante todo el trayecto, pudiste ver gente chismosa, ella se quedó pensativa y le dice no, pudiste ver gente hipócrita no le dice, pudiste ver gente cizañoza no le dice, porque estaba concentrada en el agua padre”.
Lo mismo es cuando vengas a eucaristía, le expuso, tu concentración debe ser en la eucaristía, en la palabra, en los ritos no en las personas, esto es lo que pasaba con los fariseos hipócritas, que andaban como policías viendo quien se equivocaba porque ellos cumplían la ley.
¿Cuál es la ley que cumplían los fariseos?, se preguntó, ellos no entienden los mandatos del Señor, a ellos no les interesa realmente cumplir la ley del amor, como decía el padre Carlo Magno, el ayuno de los fariseos no era de comida era de Dios, ellos no tenían a Dios, Jesús esta con los discípulos como van ayunar si están con Dios.
Por eso les dice el Señor, ya llegará un tiempo donde les quitarán al esposo y allí tendrán que ayunar, el ayuno es recomendado, es obligatorio en la iglesia dos días del año, Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, pero no quiere decir que solo esos días se puede hacer, se puede hacer cualquier otro día, con el propósito de aprender a fortalecer el dominio de sí mismo y con el propósito de encontrarnos con Dios, concluyó.