En las últimas semanas ha trascendido la presencia de un grupo afín a la fraternidad sacerdotal Pío X, que está pretendiendo instaurar su presencia en Honduras, promocionando la Misa Tradicional, invitando a la población a colaborar económicamente con ellos e instalar una capilla, a la que quieren nombrar bajo el título de Nuestra Señora de Suyapa.
Ante esta situación, la Arquidiócesis de Tegucigalpa advierte a la población que no se deje engañar, ya que este grupo no pertenece a la Iglesia Católica, así lo indicó el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez al afirmar que “Tratan de presentarse como parte de la Iglesia Católica, que no son. Este es un grupo cismático que nació ya hace muchos años, especialmente en Suiza y ahora dicen que vienen de misión aquí”.
División
Según el presbítero Juan Ángel López, portavoz de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), este grupo no está en comunión con la Iglesia Católica. “No tienen permiso del obispo para estar aquí y no están en comunión con la Santa Sede, juegan con nuestro amor a la Virgen de Suyapa en el Jubileo Mariano. Confunden a la gente y los llevan por un camino que no es el correcto”. Este grupo, explica el presbítero, están en contra de la Misa que nació con el Concilio Vaticano II y la reforma litúrgica que hizo el Papa San Pablo VI en 1971. “Están en contra de la libertad religiosa, están en contra del ecumenismo” afirmó.
“Rechazan que entremos en diálogo con el mundo protestante entre otras cosas” dijo el padre Juan Ángel. Su separación definitiva de la comunión de la Iglesia se dio cuando Monseñor Marcel Lefevre, impulsor de este grupo, junto a otro prelado, consagrara obispos a cuatro sacerdotes, sin tener el permiso explícito del Papa.
El padre Dimas Rivera, párroco de la comunidad El Espíritu Santo de Comayagüela, cuestiona por qué buscar otra celebración si en la Santa Eucaristía que se celebra en cada parroquia está la presencia real de Cristo Jesús que es lo esencial de la fe. “No es simplemente lo que yo quiera, si quiero que sea en latín, de espaldas al pueblo, con ornamentos antiguos, eso es secundario. Lo esencial es la presencia real de Jesús” destacó.