Cuando de repente el despido toca la puerta de una persona, el panorama laboral e incluso espiritual, puede verse trastocado por el desánimo, la desmotivación y se puede perder la confianza de un presente y un futuro mejor. La fe cumple un papel fundamental ante este eventual acontecimiento, siendo pilar para sobrellevar las dificultades que este proceso incurra.
Comprender
El trabajo en la actualidad, es una necesidad para la obtención de muchos bienes, una necesidad de supervivencia. Para el Padre Gustavo González, Párroco de la Comunidad Nuestra Señora del Rosario de Sabanagrande, Francisco Morazán, “En nuestro país hay pocas oportunidades de trabajo, toca ser creativo en informarse qué rubro puede generar ingresos y eso es verídico ya que muchos hondureños ante la falta de empleo se han lanzado a emprender y les ha ido mejor que cuando trabajaban para una empresa”. Conocer estas realidades es de mucha utilidad en la actualidad, porque colocan al trabajador siempre activo para ofrecer sus servicios sin importar edades, razas, género o cualquier otro detalle que pueda impedir su buen andar.
Oración
Ante el incremento del desempleo en Honduras, contando solo al iniciar el presente 2024 con más de 2 millones de desempleados, un gran desafío para el Gobierno y la empresa privada. Ante esta dura pero real situación, el Padre González, afirma que “comprender la voluntad de Dios en el desempleo, es darte cuenta de que Dios te quita de un lugar para ofrecerte otro mejor. Con mi experiencia pastoral cuando se le pide intercesión a san José hay respuesta oportuna, en la búsqueda de oportunidades”. Para el Presbítero, quedar sin trabajo debe ser visto como una oportunidad de preguntar al Señor: “¿Qué quieres de mí?” Una pregunta que no está alejada de las vivencias vocacionales de la Sagrada Escritura o de la vida pastoral.