El nacimiento de un hijo es uno de los momentos más anhelados por los padres, pero nadie está preparado para recibir una noticia inesperada, como ser, que el bebé viene con un defecto congénito. Cada 3 de marzo se celebra el Día Mundial de los Defectos de Nacimiento y es bueno saber qué causas existen alrededor de ello y también cómo los padres pueden sobrellevar la situación y ayudar a sus pequeños.
Causas
La pediatra Gissela Díaz, señala que los defectos de nacimiento en los niños se pueden presentar por varias circunstancias, entre las que destacan: las malformaciones o anomalías cromosómicas o genéticas, por exposición a ciertos medicamentos, cuando la madre o padre consume drogas, alcohol o tabaco, además de tener contacto con sustancias químicas, o por enfermedades de la madre, como el zika y la toxoplasmosis. “Entre más temprano del embarazo se dan las infecciones, mayores peligros tendrá el bebé y se podrá correr el alto riesgo de malformaciones congénitas”, enfatizó la especialista.
Aceptación
Para la psicóloga Liana Tábora, aceptar el nacimiento de un hijo con defecto congénito requiere de varios elementos. “Lo más importante es afrontar la realidad, reunir las fuerzas para seguir adelante, apoyarse con la familia que es la parte más difícil, reconocer al niño por encima de la discapacidad, porque es una persona que se merece todo nuestro amor y el respeto” apunta Tábora.
1 Examen
El doctor Darío Zúniga, pediatra, explica que existe un monitoreo que se llama ultrasonido estructural y se recomienda al inicio del segundo trimestre del embarazo y después de las 20 semanas. Eso junto con un control prenatal bien establecido, es muy importante para detectar cualquier anomalía.
2 Apoyo
Ante la noticia de que un bebé viene con un defecto congénito, se debe de abordar a la madre con la consejería de especialistas en psicología, para conocer el tema desde antes del nacimiento y no después. Se debe de establecer con la madre la forma de cómo se va a trabajar con ese niño.
3 Congénitos
Los trastornos congénitos graves más frecuentes son las malformaciones cardíacas, los defectos del tubo neural y el Síndrome de Down. Las anomalías congénitas pueden tener un origen genético, infeccioso o ambiental, aunque en la mayoría de los casos resulta difícil identificar su causa.