Diócesis de Trujillo celebra 34 años de un caminar cercano en maduración y con desafíos

Especial por tener como sede el lugar donde se celebró la primera Eucaristía en tierra firme en Latinoamérica. Esta zona pastoral es referente en iniciativas solidarias, formativas y sacramentales

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Con un extenso territorio geográfico que comprende los departamentos de Gracias a Dios y Colón, la Diócesis de Trujillo se caracteriza por la multiculturalidad, la fuerza de las etnias y diversas problemáticas referentes a minería y destrucción de reservas naturales. Si bien las dificultades y desafíos son grandes, cabe destacar la gran comunión que como Iglesia se tiene el valor para denunciar injusticias y el deseo de igualdad.

Crecimiento

Con más de tres décadas de caminar en la fe, esta diócesis es una porción de la Iglesia hondureña con gran diversidad en las vivencias de fe y en lo que está alrededor de ella. Monseñor Luis Solé Fá, Obispo del lugar y quien tiene ya 16 años pastoreando esta zona, expresa que “Es un gozo, una alegría estar acompañando a todo este pueblo de Dios que camina en los departamentos de Colón y Gracias a Dios, es un modelo en varias cosas sin afán de presumir” manifestó el prelado.

Monseñor Solé, al decir que son modelo, se refiere a que hay signos de un modo de ser y actuar cristiano que están muy ligados al Evangelio. La percepción del pastor de la diócesis, es reforzada por Wilfredo Rivera, un Delegado de la Palabra de Dios con una gran experiencia. “Hemos avanzado mucho en el camino evangelizador, sobre todo con los jóvenes y las diferentes pastorales” dijo Rivera.

Retos

Irma González, laica comprometida en la diócesis y directora de Radio Católica La Voz del Pueblo, opina que “Son muchos desafíos que tenemos pidiendo a Dios nos acompañe y nos dé los mejores recursos e iluminación para seguir adelante”. La experiencia de la pandemia acompañada por ETA y IOTA llegó a fortalecer la fe y comunión diocesana, así afirma González al mencionar que “los templos se cerraron, pero cada hogar se volvió una Iglesia familiar solidaria con los que estaban padeciendo. A la fecha nuestros templos están abiertos de manera muy responsable, cumpliendo con las medidas de bioseguridad”, aseveró.

El Padre Luis Zacarías, presbítero diocesano, expresa respecto a lo vocacional, que “Si bien nuestra vocación es para la Iglesia Universal, la mía está ligada a esta Iglesia particular que me vio nacer y en la que me siento llamado a trabajar. La Diócesis de Trujillo significa identidad, compromiso y una motivación extra para seguir sirviendo a Dios en mis hermanos”.

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