La próxima semana se conmemora el Domingo del Buen Pastor, una fiesta en medio de la Pascua que ayuda a profundizar en el llamado del Señor para servir al pueblo de Dios. El Cardenal Óscar Andrés Rodríguez en reiteradas ocasiones y especialmente cada Jueves Santo en la Misa Crismal, recuerda a los presbíteros que ellos han sido ungidos para ungir, una misión que se realiza en medio de las dificultades y las heridas que tiene la población.
Cuidado
Jesús al hablar a sus discípulos les recordó que “Ustedes no son del mundo, sino que yo los elegí de en medio del mundo” pero la realidad es que se vive en medio de él, por lo que es vital procurar cuidar la vida y vocación de aquellos que el Señor ha puesto al frente”. El Padre Ángel Gabriel López, formador del Seminario Menor Santiago Apóstol, considera que “La mejor manera de cuidar una vocación de un consagrado es la oración con palabras de ánimo y esperanza para que perseveren y para los que ya estamos consagrados mantenernos en fidelidad”. Es importante velar por sus necesidades físicas y espirituales, así como no descuidar su salud y el trato en la amistad para evitar malos entendidos.
Preparación
Este cuidado debe iniciar en el proceso formativo mientras los candidatos al sacerdocio se preparan en todos los aspectos y para la vida que Dios les está pidiendo. Es en este paso de preparación que muchos no alcanzan su meta, unos porque han discernido que por allí no es su camino y otros porque han sido influenciados a dejar el llamado de Dios. Ante esto, el seminarista Abraham Gálvez es claro cuando expone que “Si no vamos a apoyar una vocación, por lo menos no la estorbemos”.
1 Activismo
Es importante cuidar que los seminaristas y sacerdotes no caigan en el “activismo” y que por ello descuiden su oración y contemplación con el Señor. El trabajo en las parroquias puede ser abrumador y dejar sin tiempo para otras cosas. Bien lo mencionó Jesús a Marta la hermana de Lázaro, “Una sola cosa es necesaria” refiriéndose a este punto.
2 Amistades
Hay que tener mucho cuidado con el trato a los consagrados ya que una mala interpretación puede ser objeto de escándalo y arruinar la vida de un servidor. Razón por la que se recomienda que el trato sea respetuoso, sincero y teniendo en cuenta siempre que donde abunda el pecado, debe sobreabundar la gracia de Dios.
3 Formación
Se debe procurar esforzarse en la atención a los candidatos al orden sagrado para que su decisión de vida esté debidamente revisada y pueda optar al sacerdocio siguiendo la voluntad de Dios y determinando si es apto para esta vida de sacrificios y de entrega para evitar frustraciones y sobre todo, que se aleje de la gracia de Dios cometiendo alguna falta grave en contra de este llamado divino.