La Sociedad de Misiones Extranjeras de Quebec, conocidos popularmente como los Padres Javerianos, cumplió reciente-mente 100 años de existencia, de los cuales 66 han estado en el país. Es una congregación que ha dejado un gran legado en Honduras. Para conmemorar esta fecha, celebraron una Eucaristía en todos los lugares donde tienen misión.
Experiencias
Son muchísimos sacerdotes que sirvieron en el país en estos años. Ellos también fueron los impulsores para que se diera la formación Ad Gentes que ha permitido que muchos hondureños vayan de misión por el mundo entero. Uno de los presbíteros que estuvo arraigado en estas tierras, es el Padre Roberto Nolin, quien fue formador en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa, trabajó en la Diócesis de Choluteca y en Tegucigalpa, estuvo encargado de la Parroquia Divina Providencia. Ahora recuerda con mucho agrado su paso por este último lugar “Ellos conquista-ron mi corazón con su bondad, su amabilidad, su amistad, su abertura, su franqueza, su ge-nerosidad y su hospitalidad. Me adoptaron y me cuidaron como si yo fuera su mejor hermano. sigo amando a estos feligreses y ellos siguen amándome a pesar de los miles de kilómetros que nos separan”, dijo.
Vocaciones
En estos años de misión, concretamente esta sociedad de vida apostólica ha dado cinco obispos al país. En la actualidad, dos jóvenes hondureños son sacerdotes javerianos. Uno de ellos, es el Presbítero Juan Ramón Moncada, quien señala que la misión nunca estuvo en sus pensamientos, pero encontró en esta sociedad la respuesta a su búsqueda vocacional. “Fue a través del contacto continuo con sus miembros y a la formación que recibí de ellos. Allí se hizo concreto el llamado de Jesús con la expresión Vengan y lo Verán´, es decir que fui, vi, y me quedé”, afirmó Moncada.
De interés: Gracias Padre Ramón Martínez, por tanto bien en Honduras