Con esta deportiva frase el padre Rodolfo Varela inicio su homilía este día en la misa diaria que presidió en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa. “Sucede que el equipo que anota suele confiarse pensando que ya le gano a su adversario , pero los jugadores contrarios encuentran una motivación para superar ese marcador y muchas veces termina ganando”.
Eso suele pasar con nuestra relación con Dios, muchas veces nosotros metemos con Dios goles tempraneros, “es decir hacemos bien las cosas con Dios de entrada y nos confiamos y nos relajamos” o sea que dejamos de confiar en Dios para depender de nosotros mismos, sostiene el Padre Varela, luego “ya no dependemos de Dios nos declaramos autosuficientes y viene el enemigo y nos mete gol y a veces gana”, expresó.
Su reflexión se dan en torno a la narración de la lectura del santo evangelio según san Marcos 1,40-45, de este día. Marco cuenta que se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero: queda limpio». Luego de esto, comenta el sacerdote, la lepra se le quitó y Jesús lo despidió encargándole severamente: «No se lo digas a nadie. Pero esta persona, “ cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo”,
Y lo mismo sucede en nuestras vidas, sostiene el Padre Rodolfo, “iniciamos bien con Dios, luego nos confiamos y nos relajamos y ya no dependemos de Dios, sino de nosotros mismos y hacemos lo que nosotros queremos y caemos en desobediencia con Dios”, apuntó,
Para concluir, recomendó a la feligresía presente en el templo y a las millones de personas que siguen la misa por la redes sociales de Suyapa Medios que de esta escena, debemos aprender como el leproso le pide a Jesús humildad le dice: Si quieres, puedes limpiarme. “es debemos aprender a pedirle a Dios, si quieres, aceptando su voluntad y no la nuestra”, puntualizó.
