Por primera vez en 67 años se rompe la tradición en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción en Roma. El Papa no acudirá a “Piazza Spagna” el 8 de diciembre para el acto de veneración en el que se le coloca una gran corona de flores en el brazo de la Virgen ubicada sobre este gran pedestal de mármol.
En cambio, Francisco celebrará un acto privado de devoción para confiar a la Virgen la ciudad de Roma, sus habitantes y los enfermos en medio de la pandemia.
Francisco manifestó el 8 de diciembre, de 2018 “Tú sabes, Madre, qué quiere decir llevar dentro la vida y sentir alrededor la indiferencia, el rechazo, a veces el desprecio. Por esto te pido que estés cerca de las familias que hoy en Roma, en Italia, en todo el mundo, viven situaciones parecidas, para que no sean abandonadas a su suerte”.
La decisión de no acudir a la “Plaza de España” busca evitar concentraciones masivas ante el riesgo de contagio de COVID19.
Esta tradición fue iniciada por Pío XII en 1953 para celebrar los 100 años de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. Desde entonces todos los papas han rezado en este mismo lugar cada 8 de diciembre, con excepción de este año.