Una catequesis sobre los santos que todos tenemos que conocer

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¿Cada santo tiene un día en particular? ¿Es lo mismo memoria que fiesta? El sitio web LiturgiaPapal.org en el marco de la solemnidad de todos los santos, desarrolla una importante catequesis para profundizar en el sentido de las celebraciones de los santos en el tema litúrgico. A continuación, el desarrollo de este tema.

A todo santo que ha sido canonizado se le establece una fecha en la que será recordado litúrgicamente. Solamente es una celebración por santo, con excepción de San José (como santo y como obrero), San Juan Bautista (se conmemora su martirio y su nacimiento), San Pedro (su Cátedra y su día) y San Pablo (su conversión y su día).

La fecha que se suele asignar es su “dies natalis”, el día que nacieron al Cielo, el día de su muerte. Sin embargo, cuando esa fecha estaría perpetuamente impedida para celebrarse, se traslada a otro día significativo de su vida. Es lo que ocurrió con San Juan Pablo II: al morir un 2 de abril, casi siempre sería Semana Santa o la Octava de Pascua, por lo que no podía recordarse; de forma que se celebra mejor el 22 de octubre (inicio solemne de su pontificado).

Esta fecha en que se conmemora al santo puede inscribirse en el calendario general o en un calendario particular.

En efecto, existe un calendario general, en el que se contienen a los santos con una importancia universal, y que deben de celebrarse en todo el rito romano. Además, existen calendarios particulares, que pueden ser de una diócesis, de una familia religiosa, de un país o de una región, en las que se anotan a los santos que le son propios por una razón particular de forma combinada y organizada con el calendario general.

El calendario general determina, por ejemplo, que el 29 de junio se celebra a los Apóstoles Pedro y Pablo. Así ha de celebrarse en todo el mundo. El calendario propio de España, por su parte, determina que se celebre a Santa María Micaela del Santísimo Sacramento. A ella sólo se le celebra en la Península Ibérica. Y hay santos que sólo están inscritos en el calendario propio de una diócesis.

La Santa Sede puede aprobar que una determinada celebración del calendario general se traslade a otra fecha para un país. Por ejemplo, la Exaltación de la Santa Cruz en México se celebra el 3 de mayo y no el 14 de septiembre, como en el resto del mundo.

Antiguamente, las celebraciones se categorizaban en dobles de primera clase, dobles de segunda clase, dobles mayores, dobles, semidobles. Actualmente, las celebraciones de los misterios del Señor, de la Bienaventurada Virgen María, y la conmemoración de los santos tienen tres categorías: memorias, fiestas y solemnidades.

Clasificación

La celebración de cada santo es categorizada de acuerdo a esta clasificación, en el calendario en donde se encuentre inscrito. Puede darse el caso, también, que un calendario particular aumente la categoría de su celebración. Por ejemplo, aunque Nuestra Señora de Guadalupe es memoria en el calendario general, en el calendario del Continente Americano es fiesta; y en el de México es solemnidad.

Las memorias, suponen hacer un recuerdo del santo del día. Se usa su formulario propio y el color litúrgico que corresponda al santo (rojo para mártires, blanco para los demás santos).

Las memorias únicamente se celebran en las ferias (los días entre semana) de los tiempos de Pascua (salvo la Octava), y Ordinario, así como en las ferias de Adviento anteriores al 17 de diciembre, y en las ferias de Navidad posteriores al 1 de enero.

Eso significa que no puede celebrarse una memoria en las ferias de Cuaresma, ni entre el 17 de diciembre y el 1 de enero, ni en ningún domingo del año. Si cae en uno de esos días, deja de celebrarse ese año. En esos días, sin embargo, el sacerdote celebrante puede “hacer conmemoración” del santo. Eso se hace diciendo la Colecta de la memoria del santo, y el resto de las oraciones se toman de la feria del tiempo, usando el color propio del tiempo.

Divisiones según celebración

Las memorias pueden ser libres u obligatorias. Cuando es obligatoria, el sacerdote debe de usar el formulario del santo, dejando a un lado el de la feria. Cuando es libre la memoria, el celebrante puede elegir usar el formulario del santo, o usar el formulario de la feria de que se trate. En un mismo día puede haber dos memorias libres, y en ese caso, el sacerdote elige a qué santo conmemorar, pero no pueden mezclarse las oraciones de uno y otro santo.

El segundo grado de las conmemoraciones son las fiestas. Las celebraciones categorizadas así, implican que se cante o diga el Gloria en la Misa. Hay que distinguir entre dos tipos de fiestas: las del Señor y todas las demás. Las fiestas del Señor se pueden celebrar en las ferias de cualquier tiempo y los domingos del Tiempo Ordinario. Las demás fiestas no pueden celebrarse en domingo.

El tercer grado de las conmemoraciones, y el más prominente, es la solemnidad. Únicamente no se celebran si concurren con un domingo de Adviento, Cuaresma o Pascua, o con la Semana Santa y la Octava de Pascua. En este caso, se trasladan al día siguiente no impedido. Las solemnidades rebasan el día natural, por lo que se celebran desde sus vísperas, algunas incluso con un formulario especial para la vigilia. Además del Gloria, en las solemnidades se recita el Credo.

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