Mediante una carta dirigida a Monseñor Guido Charbonneau, el Papa Francisco se unió a las felicitaciones por las bodas de oro sacerdotales del obispo de Choluteca. En esta misiva, el Pontífice recuerda el camino misionero de Monseñor Guido, tanto en la Arquidiócesis de Québec, como la misión en la Zona Sur de Honduras.
De los 50 años de ministerio sacerdotal, 38 han sido sirviendo al pueblo de Dios que peregrina en Honduras, de manera muy especial, con los seminaristas y la Diócesis de Choluteca. Monseñor Guido pertenece a las Misiones Extranjeras de Quebec, conocidos como los Padre Javerianos. A monseñor Guido se le conoce como “el embajador de la ternura en Honduras” por esa paciencia, ese carisma que refleja y ese don de ayudar en todo momento.