Durante la Solemnidad de Pentecostés, el cielo se vuelve abrir para recibir cada uno de los dones para que la misión de la evangelización vaya acompañada con cada uno de ellos. El Paráclito llega y se posa sobre cada una de las personas para que puedan comprometerse con el plan salvífico de Dios. La vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Estos son disposiciones permanentes que hacen al mismo hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu Santo. Es por ello por lo que el trabajo y la misión van muy de la mano cuando es el Espíritu quien guía. Desde el testimonio de la feligresía, mencionan que el servicio y la confianza que otorga.
Testigos
“Son esos regalos que el Señor nos da para ponerlos al servicio de nuestros hermanos. Al Utilizarnos estamos permitiendo ser instrumentos del amor de Dios hacia los demás y también permitimos que el amor de Dios se manifieste en nosotros mismos” menciona Gema Talita Téllez, miembro de la Renovación Carismática (RCC) de la comunidad de San Juan de la Cruz.
Por su parte comparte Grecia Zelaya, parte de la comunidad de la RCC de Nuestra Señora del Carmen de Las Torres comparte que “Desde mi experiencia en el camino de Dios, una cosa depende de la otra, los dones del Espíritu Santo Son esa gracia inmerecida, que el Señor nos otorga porque el confía en nosotros antes que nosotros mismos lo hagamos y el mismo Espíritu nos permite ser uno solo”. Cada don dado, tiene sus frutos que son perfecciones que forman en el humano como primicias del amor que se tiene a la Santísima Trinidad.
1 Gracia
El Espíritu Santo se fija en las personas para hacerlas parte de la obra de Dios, pero es importante aceptar los dones que sean infundidos en cada uno.
2 Compañía
La importancia de poder escuchar y estar atentos a la labor o misión en la que el Espíritu encomienda a cada uno para que ser árboles que brinden frutos hacia los demás.
3 Servicio
Recibir para dar y dar para recibir es una relación mutua en la que se hace instrumento para la obra de nuestro Señor tanto para los demás como para nuestra vida.
