Como ciudadanos comprometidos con nuestra fe, nos enfrentamos a un desafío cada vez que se acercan la Jornada Electora en Honduras: ante la interrogante ¿Cómo votar de manera que seamos fieles a nuestros valores y convicciones? Porque está claro que no hay un voto católico unificado graníticamente, aun cuando los pilares y principios de la fe católica son permanentes, invariables, inamovibles, imperturbables y estables, su aplicación en asuntos políticos puede variar. Sin embargo, es decisivo y determinante que cada uno de nosotros como católicos nos esforcemos en conocer e informarnos sobre cuáles son los programas de trabajo de los candidatos y de esta manera votar de forma consciente porque es mucho lo que hay en juego.
La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) nos recuerda que el voto no es solo un derecho, sino también un deber cívico convirtiéndose en una orientación invaluable para todos aquellos que buscan votar de acuerdo con su fe, porque a la hora de seleccionar a nuestros representantes políticos debemos tener en cuenta que como principio básico debemos buscar el bien común y la dignidad de la persona. Los postulados y principios de la Doctrina Social de la Iglesia resaltan y acentúan el infinito valor de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, de tal modo que un católico, debería discernir como condición innegociable la posición de los partidos políticos respecto al tema del aborto, la Eutanasia, y observar a aquellos partidos políticos que atenten contra este principio porque hay vidas humanas en juego.
Sin olvidar hacer un escrutinio sobre las posiciones políticas de los partidos o candidatos en torno a temas que la Iglesia Católica defiende fervientemente como: la libertad religiosa como un derecho inalienable; el derecho de los padres a educar a sus hijos porque lo considera inherente a su papel como responsables de transmitir sus valores y la educación “formal” debería ser una extensión y apoyo de esta formación inicial y continua que se da en el hogar.
Por otro lado, antes de emitir el sufragio universal debemos tener claro que la Iglesia Católica defiende la dignidad y el respeto hacia todas las personas, independientemente de su orientación sexual. Sin embargo, también tiene posturas claras respecto a ciertos temas como el matrimonio y la familia y buscar redefinir el concepto tradicional de familia o imponer educación sexual en las escuelas sin la posibilidad de elección por parte de los padres, no es aceptable; lo primero es bueno, lo segundo es malo. La información y documentación veraz en todo este proceso es vital, bajo ninguna circunstancia debemos votar basados únicamente en eslóganes o promesas vacías, sino en un conocimiento sólido de las posturas de los candidatos y cómo se adaptan con nuestros valores y creencias; en otras palabras: ir al fondo, investigar, leer, e incluso discutir respetuosamente y no conformarse solo con las formas, son pasos esenciales en este proceso. Cada católico debe votar en conciencia. Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), “una conciencia bien formada es recta y veraz” y luego seguir su orientación al emitir nuestro voto