Honduras vive un momento crucial este domingo, al celebrarse las elecciones internas de los tres partidos políticos mayoritarios. Es necesario que, como católicos, asumamos nuestro papel en la democracia. La exhortación apostólica Christi Fidelis Laici enfatiza que, “Los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la ‘política’; es decir, de la multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común”.
Participación
El proceso electoral es el momento adecuado para hacer que nuestra fe se vuelva inteligencia de la realidad, es decir, que la fe nos ayude a descubrir cómo debemos ejercer nuestro derecho al voto. Karim Qubain, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) hace un llamado a la cordura, “Hemos llamado al respeto al voto de los hondureños, hemos llamado a la transparencia. Queremos asegurarnos de que estas elecciones se desarrollarán de la manera más transparente, correcta, posible. Esperamos que los partidos políticos respetan el voto de los hondureños, respetan la voluntad del pueblo”, advirtió.
Antoine de Saint-Exupéry, autor del libro El Principito destaca que, “Cuando los hombres se alejan de Dios, los gobiernos se desorientan, las mentiras crecen sin límites, las deudas se vuelven impagables y las conversaciones dejan de ser fructíferas”. El DOCAT cita a José Batlle y Ordoñez sobre el deber ciudadano y explica que, “En una democracia de verdad, el pueblo no debe conformarse con elegir a sus gobernantes, debe gobernar a sus elegidos”.
Realidad
El Padre Ovidio Rodríguez, Párroco de la comunidad Divino Niño, es claro al advertir que, tenemos una difícil realidad como país y por ello se vuelve tan apremiante que, los católicos asuman su papel determinante al momento de elegir. “La Conferencia Episcopal se pronunció hablando que no debe ser un momento de confrontación, sino de convivencia ciudadana, demostrar el civismo que tenemos dentro, no con un lenguaje violento ni con agresiones físicas, sino que ha de ser un momento para a consolidar lo que tanto hemos querido una democracia más participativa y una democracia que se muestra en las urnas, lastimosamente los líderes nos han dado discursos vacíos”, dijo. Las propuestas han sido muy pocas, pero es el momento de que el pueblo se aboque para consolidar y no caer en una dictadura”. El Presbítero afirma que, hay que dejar atrás esa cultura de odio, de rechazo, de exclusión, que se ha dado de menospreciar al otro. “La tolerancia debe ser algo característico de un ciudadano y no digamos de un creyente, hay que respetar ideologías, tendencias, simpatías, simplemente tolerar es lo que nos queda” aseveró. Para el abogado Santos Hernández, integrante de la Renovación Carismática Católica, dijo que “El Señor nos llama como cristianos a participar con conciencia, con el corazón, dejando que el Espíritu Santo inunde nuestra mente y que Él se encargue de alumbrar”. Es importante saber que, para saber por quién votar, el jurista Hernández recuerda que, se debe hacer “pensando primero en el país, en el bien común, el bien de todos y rogando al mismo tiempo por las autoridades que salgan electas”.
Es deber también que, los cristianos están en el deber de ir a votar con conciencia, “sabiendo que Dios nos está mirando, apartando las ideologías, sino que eligiendo a hombres y mujeres que tengan el perfil de servicio, sobre todo en los tres partidos políticos”.
Democracia
Eduardo Ramos, integrante del Instituto Hondureño de Doctrina Social de la Iglesia (IHDOSOC) afirma que, no podemos definir la democracia con el simple hecho de ejercer el sufragio o votar, la democracia conlleva el saber conocer que implican todos los derechos humanos de una sociedad, por lo que debemos conocer nuestra realidad social antes de ejercer el sufragio, conocer los candidatos qué representaran estos derechos. “Si queremos realmente hacer valer nuestro voto, debemos sopesar en una balanza la trayectoria de los candidatos, las propuestas de gobierno, los planes de sus organizaciones, que éstos sean verdaderos, creíbles y sobre todo que se lleven a término, saber distinguir entre populismo y realidad” advirtió.
Que nos enseña la Iglesia sobre la política
Fratelli Tutti nos recuerda en el numeral 180 que “Reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos no son meras utopías. Exigen la decisión y la capacidad para encontrar los caminos eficaces que las hagan realmente posibles. Cualquier empeño en esta línea se convierte en un ejercicio supremo de la caridad. Porque un individuo puede ayudar a una persona necesitada, pero cuando se une a otros para generar procesos sociales de fraternidad y de justicia para todos, entra en el campo de la más amplia caridad, la caridad política. Se trata de avanzar hacia un orden social y político cuya alma sea la caridad socia. Una vez más convoco a rehabilitar la política, que es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común”.El Concilio Vaticano II en la constitución Gaudium et Spes, “la comunidad política nace para buscar el bien común, que abarca el conjunto de aquellas condiciones de vida social con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección” (G.S.74).
MANUEL CRUZ, MIEMBRO IHDOSOC (OPINIÓN)
¿Qué es votar conscientemente? Pues la participación ciudadana, la participación política es una obligación para cambiar y mejorar el mundo, pero si como ocurre históricamente en Honduras con todos los partidos que han ejercido el poder, que no aportan en favor del pueblo, sino solo los intereses de los caudillos políticos y los grupos del poder que representan, y si además nos invitan a votar por personas que han demostrado que no les interesa la dignidad y el derecho de los ciudadanos, y además, nos imponen unas planillas de candidato que ellos unilateralmente han escogido de manera antidemocrática, la pregunta sería, ¿Vale la pena votar? ¿Voy a votar por los que ya sabemos cuáles son sus intereses personales y de partido? Si muchas veces han utilizado el poder para sus beneficios. Si son expertos en sí mismos, de tal manera que cuando están en la llanura se autodenominan demócratas defensores de los derechos humanos, pero una vez en el poder hacen todo lo contrario, construyo democracia yo como ciudadano, si me llevan a votar por candidatos que no son de mi simpatía y que no representan mis derechos más elementales. ¿Será que, si sólo voto y no exijo el cumplimiento de sus funciones y promesas, soy cómplice del deterioro social que actualmente vivimos? ¿Será qué, aunque hay candidatos buenos, pero han sido impuestos por el partido político corrupto y Cooptado por el crimen organizado? ¿Podrá ese candidato sobrevivir y representar los intereses del pueblo una vez electo? ¿Cómo debo votar si hay partidos que han sepultado y siguen sepultando al pueblo? ¿De verdad estoy obligado a votar y convertirme en cómplice si mi acción de votar no construí democracia y no genera un cambio para mejorar la situación que vivimos? Detente, detengámonos, analicemos, dialoguemos, investiguemos, confrontémonos estas. Principalmente con el Evangelio y las hermanas y hermanas y en conciencia determinemos por quién vamos a votar si es que vamos a votar.