La exhortación apostólica “Familiaris Consortio” nos en- seña que, “la Iglesia, consciente de que el matrimonio y la familia, constituyen uno de los bienes más preciosos de la humanidad, quiere hacer sentir su voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que, conociendo ya el valor del matrimonio y de la familia, trata de vivirlo fielmente”. En junio, muchos quieren desvirtuar esta unión que Dios ha querido elevarla al grado de Sacramento, buscando promover ideologías que aten- tan contra este esencial grupo.
Combate
La familia es el núcleo de la sociedad, nos enseña la sociología. Esta máxima se ve en peligro, al querer fomentar el mal llamado “matrimonio igualitario”. Sobre este concepto, utilizado erróneamente, el Presbítero Javier Martínez, Párroco de la comunidad Cristo Resucitado de Tegucigalpa, explica que la unión de un hombre y una mujer ante los ojos de Dios, tiene su finalidad, esencial y propios fines y, por lo tanto, la unión igualitaria no cumple estos objetivos. “Sabemos que por medio están personas y por eso uno debe ser prudente a la hora de manejar esta realidad, porque hay situaciones que no se han llevado bien. Es importante acompañar a estas personas para irlos orientando hacia la verdad en la fe, la verdad natural y sobre todo al criterio de la gracia, que es lo que pone entredicho la aprobación”, según dijo.
Peligros
Aprobar jurídicamente no se puede equipar con lo que ya Dios ha establecido en el diseño original. Por lo tanto, el deseo de Dios ha sido que el hombre y la mujer se uniesen y fueran creadores y continuarán la creación misma a través de la procreación. El Diácono permanente Hugo Mejía, quien trabaja arduamente con matrimonios, hace un llamado a las familias, sobre todo, por las señales que están recibiendo los niños contrarias a los designios de Dios. “La manera de combatir esto es en la familia, ya que están tratando de destruir la pureza de los niños, son los papas los que deben estar informados y contrarrestar esta cultura con su testimonio”, dijo. Por su parte Jessica de Cordero, es madre de familia y apoya esta afirmación, agregando que, “El ejemplo es la clave, tenemos que crecer como familia. Entre más sembremos la semillita, así vamos a cambiar la sociedad”.
1 Acogida
Según la enseñanza de la Iglesia, los hombres y mujeres con tendencias homosexuales “Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta”. Tales personas están llamadas, como los demás cristianos, a vivir la castidad.
2 Oración
Todas las familias, tienen necesidad de Dios: todas, ¡todas! Necesidad de su ayuda, de su fuerza, de su bendición, de su misericordia, de su perdón. Y se requiere sencillez. ¡Para rezar en familia se requiere sencillez! Cuando la familia reza unida el vínculo se hace fuerte”.
3 Perdón
No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva. Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se convierte en una escuela de perdón”.