Nuestra Señora de Suyapa, consuelo y refugio de los seminaristas

Ella les acompaña en todo su proceso formativo y les ayuda a configurar la vida a la de Jesús, el hijo de maría de Nazareth

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Los seminarios son también llamados como “el corazón de la Diócesis”, porque de ahí brotan los nuevos sacerdotes al servicio de la comunidad eclesial. Y al partir de esta premisa, es tan providencial que, en Honduras, el Seminario Mayor más importante este bajo el patronazgo de Nuestra Señora de Suyapa, ya que ella es el modelo de la escucha de la Palabra, como dice el evangelista San Lucas, “Escuchaba y lo guardaba en su corazón”.

TESTIGOS

En esta casa sacerdotal, se forman los futuros presbíteros de la mayoría de las Diócesis del país. Es por ello que, en sus corazones, queda impregnado el amor a “La Morenita”, que les acompaña en todo su proceso formativo. Jorge Meléndez, inicia su camino configurativo con el Señor al cursar el primer año de filosofía. El destaca que, referirse a su historia personal de vida sin el amparo maternal de María Santísima, estaría incompleta. “La Madre del Cielo ha acompañado cada momento de mi existencia cuando con fe y devoción desde muy pequeño a través del Santo Rosario he inclinado mi cabeza en su regazo para que interceda ante su Hijo Jesucristo, quien me ha llamado”, aseveró.  

ACOMPAÑAMIENTO

Encomendarse a María para un seminarista es buscar la protección de Dios de la manera más segura, ya que ella es el refugio más seguro contra satanás y sus secuaces, que buscan la destrucción de las vocaciones sacerdotales. Franklyn Barahona, quien está por culminar su formación en el seminario, asegura que “Ella es la Madre que conduce mi seguimiento a Jesús. Ella es la estrella que orienta en el amor hacia su Hijo, la cual es consuelo en los momentos de dificultad y custodia de mi vocación”.

Ella, que recibe el título de Reina de los Apóstoles, cuida de sus hijos más pequeños. “La Santísima Virgen es mi refugio cuando experimento soledad, su tierno abrazo de madre me llega de confianza, seguridad y mucha esperanza. En mi vida personal y vocacional es ejemplo de respuesta y fidelidad a la voluntad de Dios, es decir, a la auténtica felicidad y sentido de vivir”, reafirma Barahona.

PRIVILEGIO

Para los seminaristas de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, la Virgen les concede un favor muy especial, ya que la sana tradición indica que es en la Basílica, que reciben las órdenes sagradas. Esto fomenta más el amor a la madre. Abraham Gálvez, seminarista de cuarto año de teología de Tegucigalpa afirma que, “Lo primero que hago al levantarme por las mañanas, es rezar el Santa Rosario para encomendar a la protección de nuestra Madre Santísima por mi vocación y la de mis hermanos seminaristas”.

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