Ha comenzado a vivir su Pascua Eterna, don Jorge Bueso Arias, un hombre muy reconocido, respetado y querido en Honduras y, en especial, por la gente más humilde de su natal Santa Rosa de Copán. Se han dicho tantas cosas desde distintos puntos de vista sobre la vida de este hombre, ya sean por parte de políticos, economistas y, desde luego la gente que le logró conocer y todos coinciden resaltando en cada opinión el gran aspecto humano que tenía.
Fue un católico practicante hasta pocos años atrás; era común verle asistiendo a la Santa Eucaristía en la catedral Santa Rosa de Lima. Como cualquier cristiano, practicó la caridad, solidaridad y empatía, al grado de emplear en su empresa más reconocida, Banco de Occidente durante varios años, a muchas personas con alguna discapacidad física, lo cual nunca afectó el currículo de los aspirantes a un empleo en ese lugar.
Don Jorge apoyó a muchos microempresarios que se instalaban en las aceras de su empresa para vender pan, tamalitos, pupusas y otros productos gastronómicos típicos de la localidad, esto sin molestarse nunca, más bien se les acercaba y compraba algo para llevar a su casa. Fue una persona que perfectamente podía caminar por las calles de la ciudad sin seguridad y en los últimos años se le asignaba alguna compañía, pero solo para cuidarle que por miedo a que alguien le hiciera daño o por su avanzada edad que llegó a los 104 años.
Ayudas
Sor Matilde Herrera, es la encargada del Hogar de Ancianos La Inmaculada, quien lo conoció muy bien. Ella expresa que “La familia Bueso, nos apoyó desde la compra de los terrenos para este lugar en 1969. Ellos han estado presentes con obras de caridad y han sostenido económicamente parte de los gastos tanto del hospicio Amparo de San Antonio como el hogar de ancianos que se inauguró en 1976.
Don Jorge Bueso y doña Mercy, su amada esposa, nunca se han olvidado de las necesidades de las niñas ni de los ancianos, incluso el periodo más fuerte de la pandemia del COVID-19, se preocuparon tanto por estos hogares se fortalecieran con ayudas económicas y siempre estuvieron pendientes de lo que necesitaran.
Monseñor Darwin Andino, Obispo de Santa Rosa de Copán, dijo que “Elevamos nuestras oraciones por el honorable y distinguido ciudadano de esta porción del pueblo de Dios, manifestándole a su familia nuestra más sincera consideración y nos unimos en comunión de esperanza por su fallecimiento”. De igual forma Monseñor Luis Alfonso Santos, Obispo Emérito contó muchas anécdotas de don Jorge. “Ojala imitemos el ejemplo del licenciado Jorge Bueso Arias, para que así se pueda decir de nosotros también que fuimos grandes hombres o grandes mujeres en Honduras”, concluyó.