En Honduras existe una devoción especial a San Miguel Arcángel, puesto que es el custodio y protector de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, así como de la capital hondureña. Sin embargo, es curioso conocer que las mujeres son las principales impulsadoras de este fervor hacia el arcángel.
La devoción a San Miguel se transmite de generación en generación, tal es el caso de Esperanza Moncada, quien desde pequeña acude a este arcángel para pedir la protección gracias a su madre quien, hasta la fecha, les da la bendición a todos los miembros de la familia para que sean protegidos por sus alas y los aleje de toda tentación, y así es como ella se quedó con la tradición de acudir siempre a él, por esta razón nos comparte un milagro de protección que este santo ayudó a hacer en su vida: “Una vez que venía de mi trabajo, ya estaba anocheciendo y por un lugar dónde iba a pasar, se rumoraba que asaltaban unos jóvenes… esa tarde note que uno de ellos estaba en la esquina y se dirigió hacia mí, yo solo dije en mi mente con mucha fe: San Miguel Arcángel protégeme del peligro y este joven se quedó parado como si había chocado con una pared con la manos levantadas a la altura del pecho, se dio la vuelta y siguió el camino, yo dije: ¡Gracias San Miguel! este momento nunca se me va a olvidar, él actuó y me protegió”, comparte.
Así de sorprendente puede llegar a ser un testimonio, cuando se transmite con mucha fe. De igual manera, Zaida Corrales, feligrés de la Catedral San Miguel Arcángel de la capital, asegura que acude al arcángel en todo momento. “Me encomiendo al salir de casa y le pido que me guarde de todo mal, con la oración le pido continuamente que me aleje de las asechanzas del demonio, que nunca se aparte y que este siempre conmigo”, dijo.
San Miguel Arcángel representa valentía y luchador de Dios, es ejemplo para enfrentar los malos momentos de la vida, pelear contra los problemas, protector, guardián y ejemplo de no descansar hasta encontrar la justicia.