En la homilía de este domingo 5 de marzo el padre Carlo Magno Nuñez, rector de la Basílica de Suyapa hizo énfasis del mensaje del Cardenal Óscar Andrés Rodríguez, donde detalla que Evangelio de hoy que se refiere a la Transfiguración del Señor.
El padre Magno, expresó que muchas veces hay que hacer un alto como lo hizo el Señor en el Monte alto. “Cuántas veces ocupamos hacer un alto nosotros también, retirarnos al monte interior y encontrarnos con Dios, el ruido del mundo el ruido de los problemas, de las situaciones a veces no nos favorece el encuentro con Dios y necesitamos hacer un alto para retomar la misión y saber que quiere Dios de nosotros”.
Además detalló que necesitamos ser transfigurados como el Señor que nos enseña a cumplir el mandamiento del amor, siendo hombres y mujeres bondadosos, siendo compasivos, misericordiosos en el encuentro con el hermano, con el prójimo con el que necesita, ahí necesitamos ser transfigurados”.
“Necesitamos traslucir el rostro de Jesús y el rostro de Jesús se deja ver cuando somos misericordiosos, solidarios, cuando salimos al encuentro de pobre, cuando salimos al encuentro aquel que nos ha ofendido, el perdón tiene que vencer al odio la indulgencia a la venganza eso es ser transfigurado.”
CUARESMA
Al igual el padre Magno, detalló que en esta Cuaresma debe haber un momento de transfiguración con Jesús, algún momento luminoso que nos haga descubrir su gran luz, la luz de Dios que nos dice este es mi hijo, ustedes son mis hijos, si un momento de plenitud de vida, y de verdadero amor, sin este momento la vida humana pierde sentido”.
“Hay que escuchar solo a Jesús, el único que debemos poner atención, no hay que escuchar ni a Moisés ni a Elías, ellos solo son mediadores, hay que escuchar a Jesús a le ocupamos escuchar para salir de tantas situaciones difíciles, al cual nos sometemos muchas veces, para entender al mundo, necesitamos escucharle.
Para el término del mensaje igual recalcó el rector de la basílica, que los cristianos de hoy necesitamos volver de nuevo a Jesús, fuente de amor verdadero y esperanza plena, nadie como él puede librarnos de nuestros miedos, de nuestras inseguridades del vicio de nuestro corazón solo Jesús puede llenar plenamente la vida humana, escucharle a él, es llenar nuestro vacío”.
