Las crisis que afronta el ser humano, son valoradas desde la teología de San Juan de la Cruz, como una forma de ver la acción de Dios en cada uno. Por su significado, también son encrucijadas para decisiones importantes en las que el discernimiento juega un papel preponderante. Con San Juan de la Cruz, gran teólogo del Carmelo, se puede percibir cómo estas graves situaciones que atraviesa la persona, pueden abonar a una mejor y más cercana experiencia de Dios.
Facultades
Fray José Luis Mercado, Carmelita Descalzo y párroco de la comunidad de Santiago Apóstol en el municipio de Lepaterique, explica que “Para San Juan de la Cruz, lo que hace que los abismos provocados por las crisis sean cubiertos, es la fe porque ayuda a confiar plenamente en Dios”. Según lo aclara fray Mercado, para el santo, la fe es equivalente a la noche ya que en la noche no se ve y se da paso a la luz del entendimiento, comprender a Dios y cada situación que vivo”. Ante tal afirmación, el fraile carmelita, expone que “no es posible del todo concretar estos esquemas, por lo que es necesario dejar a Dios ser Dios”.
Necesaria
Para fray Luis Martínez, fraile Carmelita hondureño y exprovincial de los Carmelitas Descalzos, asevera que “La fe nos ayuda a ir purificando aquello que no es de Dios y poder superar las crisis que la vida nos presenta”. Según el religioso, en el camino vamos creando confianza, abandono y disposición para ir fortaleciendo nuestras vidas, opciones y vocaciones, llamados a la unión con Dios, el fin para el que hemos sido creados.
El santo reformador del Carmelo, también busca impulsar al fiel, al orante, afirma fray Luis, quien apunta que “estamos llamados a la unión con Dios, descubriéndose amado por Él, además de salir en búsqueda del Señor a través de las virtudes teologales pero en especial, la fe”. Para San Juan de la Cruz, la crisis se hace ver como necesaria; la teología del santo, busca abrir oportunidades a la plena comprensión que afronta el ser humano para tomar plena conciencia que las etapas deben ser encomendadas por entero a Dios.
