Julio es el mes en que da inicio uno de los procesos más importantes para la estabilidad institucional y gobernabilidad de la república; es el periodo en que, de acuerdo con las nuevas directrices, se integra una Junta Nominadora que tendrá la responsabilidad de elegir por lo menos 45 abogados hondureños como candidatos a magistrados o magistradas del máximo órgano del Poder Judicial, la Corte Suprema de Justicia.
Debido a experiencias nefastas vividas en el reciente pasado, la sociedad hondureña está a la espera de que no se repita el proceso altamente cuestionado que dio vida a la Corte Suprema de Justicia en funciones, un panorama que desdibuja la aspiración de un pueblo de constituir un Poder Judicial ajeno a la injerencia política de partido con independencia judicial. Conscientes de que el proceso de selección de profesionales competentes e independientes y que la renovación del liderazgo de la Corte generaría un cambio sustancial en la reducción de la impunidad, los obispo reunidos en Asamblea a través de un mensaje publicado el 22 de junio, resaltan que “la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia y del Fiscal General del Estado, constituye un punto culminante y decisivo para el futuro de Honduras” reiteran que “no se debe ceder a la tentación de seguir con más de lo mismo”.
En el mismo mensaje recomiendan que se debe captar el apoyo “de buenos hondureños, hombres y mujeres con capacidad de liderazgo, profesionales muy respetados y valiosos”. para integrar la Junta Nominadora, que es un órgano colegiado cuya función es la elaboración y entrega al Congreso Nacional de una lista formal los 45 candidatos asegurando, la transparencia en el proceso de selección; incluyendo dentro de esa categoría de personas honradas y respetadas a los elegidos para competir por el honroso puesto dentro del engranaje judicial.
Los hondureños están confiando que el proyecto de decreto que envió la presidente Xiomara Castro Sarmiento al Congreso Nacional para modificar los patrones para la nominación de los 45 candidatos, en realidad sirvan para evitar la corrupción y las reparticiones políticas, como lo aseguró el presidente del legislativo y que no sea una maniobra más para obtener el control y nombrar una Corte Suprema a la medida y bajo la bandera de quienes gobiernan, preocupación expresada en el mensaje de los Obispos quienes advierten que “No se puede gobernar con la mediocridad y el sectarismo.
La democracia se construye con demócratas” La elección de los 15 magistrados que conforman la Corte se ejecutará hasta enero 23 o 24 del 2023, según lo establece la Constitución, lo que implica que durante los seis meses venideros se verá qué tanto se puede esperar de los involucrados en el proceso, si se dejará de lado los resabios del pasado o volveremos al mercado persa de compra /venta de influencias y votos. Los obispos saben que, sin la ayuda de Dios, las personas caen fácilmente en tentación por lo que exhortan “al pueblo de Dios a orar, para que sea el Espíritu Santo y no el partidismo sectario, quien ilumine a nuestros Legisladores que deben tomar esas decisiones tan trascendentales”.